La última encuesta que sondeó los comportamientos de los jóvenes barceloneses dejó más de un dato alarmante. Entre ellos, la estadística reflejaba que un 11,6 % de la población de entre 15 y 34 años mantiene relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos y que hasta un 35% de chicas ha recurrido al menos una vez a la pastilla del día después. El estudio difundía también una cifra especialmente preocupante: un 80% de las barcelonesas en esta franja de edad desconoce que el aborto está incluido en los servicios de la sanidad pública y que es gratuito.
Con el objetivo de corregir la desinformación de los jóvenes sobre sus derechos sexuales y reproductivos, el Ayuntamiento pone en marcha 'El aborto: una opción y también un derecho'. La concejal de Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, ha avanzado que la campaña dará peso a la educación sexual en los centros y la expandirá a campos como los derechos humanos, la perspectiva de género y el respeto a la diversidad sexual y funcional. En total, el consistorio distribuirá 25.000 unidades de material informativo entre distintos centros y puntos de información.
Además, Pérez ha destacado que el consistorio quiere acercarse a la "población más vulnerable", a las menores de edad que necesitan tener una autorización explícita de un padre o tutor legal para poder interrumpir un embarazo no deseado, y que puedan tener dudas o problemas de comunicación con las familias.
La codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona, Francisca Molero, entiende estas estadísticas como “un reflejo de que la educación sexual sigue siendo una asignatura pendiente y de que “se está haciendo algo mal desde las instituciones”. "Nos estamos equivocando en nuestra forma de enforcar la educación sexual al enfocarla en la adolescencia y olvidar que es algo transversal que nos acompaña a lo largo de la vida", añade la sexóloga, que considera necesario que la formación en la materia vaya más allá de simples acciones puntuales en los centros escolares.
DESIGUALDADES SOCIOECONÓMICAS
Molero recuerda que el hecho de informar a las mujeres de que pueden abortar de forma gratuita equivale a “promover un derecho que poseemos por ley”. Y es que en Barcelona, la mitad de las mujeres de menos de 30 años no sabe que se puede abortar por decisión propia, y un 30 % cree que solamente pueden hacerlo cuando se trata de una violación, una malformación del feto o una situación de riesgo para la madre.
Los datos muestran además cómo las desigualdades socioeconómicas repercuten en la hora de tener acceso a la educación sexual. Así, entre las mujeres que se encuentran con un embarazo no deseado, la tasa aumenta considerablemente en los barrios de Ciutat Vella, donde llega a 26,3 casos, y de Nou Barris, con 29,2 casos.
La ecuación parece sencilla: “A mayor educación sexual, menos conductas de riesgo”, sintetiza Molero, que remarca que el gran reto que afronta la sanidad pública es el de llegar a los sectores más vulnerables de la sociedad. "Las situaciones de pobreza, como la crisis que vivimos, atacan también la autoestima y cambian los comportamientos de las sociedades, lo que conlleva a agravar estas situaciones de vulnerabilidad”, recuerda la sexóloga.