Del lujo a dar cobijo a las clases populares. El Ayuntamiento de Barcelona ha formalizado este miércoles la compra de tres parcelas de la antigua fábrica 'La Escocesa' por más de 10 millones de euros. Si bien el espacio iba a albergar 81 pisos de alto standing, el Gobierno municipal de la alcaldesa Ada Colau ha frenado la operación urbanística y ha adquirido el complejo para dedicarlo a vivienda asequible con la voluntad paralela de frenar la gentrificación del Poblenou.
Con esta última compra, el 93% del recinto industrial ya está en manos municipales y ahora la administración local negocia con la Sareb la adquisición del 7% restante. Sin embargo, y más allá que está nueva compra se realice con éxito o no, el consistorio ya tiene claro que el espacio debe ampliar su Fábrica de Creación de artes visuales y plásticas, así como convertirse en nido de viviendas asequibles, las cuales se integrarán en los históricos edificios a rehabilitar. Toda una operación que, en su conjunto, puede quedar inaugurada de aquí a ocho años.
DEBATE VECINAL
Tal como ha adelantado el regidor del Distrito de Sant Martí, Josep Maria Montaner, en unas semanas se organizará una mesa de participación para decidir “al detalle” cómo y qué debe albergar el complejo industrial del siglo XIX. Ello se debe a que, más allá de las viviendas asequibles y la ampliación de la Fábrica de Creación, el espacio también podría convertirse en cuna de nuevos equipamientos municipales. Todo un debate que, además, versará sobre cómo reorientar el Manchester industrial de Barcelona a las nuevas oportunidades que ofrece el relanzado 22@.
De hecho, en esta línea se ha expresado mayormente el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, quien ha pedido “volver a pensar con los ojos del siglo XXI lo que tiene que ser esta parte tan importante de la ciudad”. Una reflexión sobre la que ha garantizado destinar recursos públicos y una nueva medida de Gobierno (a presentar el próximo mes de septiembre). Tal como ha considerado, “la economía creativa es la que puede ofrecer mas oportunidades de futuro”.
DE LA QUÍMICA AL GANCHILLO
La Escocesa es uno de los pocos recintos fabriles catalogados que se conservan en el Poblenou. Datado de 1852, fue hogar de una compañía dedicada a la producción de productos químicos para la estampación textil. Más tarde, la empresa Johnston, Shields & Cia, de procedencia escocesa, bautizó popularmente el recinto que se reorientó hacia el ganchillo para cortinas y otros decoros. De hecho, la actividad industrial no cesó hasta 1998, cuando se alquiló el espacio a artistas y profesionales de la creación.
Ahora, la operación urbanística presentada este miércoles quedará vinculada a los proyectos viarios de sus alrededores. Entre ellos, la ampliación del eje peatonal que pretende unir las calles de Bolivia y Perú, la conexión con la Gran Via, la apertura del carrer del Marroc y la transformación de Pere IV o la transformación de otros recintos como Can Ricart, Ca l'Alier o el Oliva Artés. De hecho, la intención es la de convertir “aquella carretera de salida de Barcelona” en “un eje ciudadano”, ha expresado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz.