“ Barcelona todavía es un núcleo de la economía global”. Así ha definido el que fuera alcalde de Barcelona entre 2006-2011, Jordi Hereu, a la capital catalana durante un almuerzo en el Círculo Ecuestre de Barcelona. No obstante, Catalunya tiene que pensarse qué papel tiene Barcelona en España y en el mundo.
"La idea de independencia y unilateralidad dejan aislados a Catalunya y a Barcelona del resto del mundo”. Con esta contundencia hacía referencia Hereu al bando independentista que no está contando con la diversidad natural de la sociedad barcelonesa. Una pluralidad social que no está teniendo en cuenta la diversidad del españolismo como del catalanismo de la ciudadanía. El ex alcalde ha pedido que se escuche a la gente que cree en la interdependencia y no en la independencia. De este modo, se acabaría con el discurso binario que ahora bloquea la reformulación democrática del territorio.
Hereu se ha dirigido al resto de comensales muy seguro de una cosa: la necesidad de crear un proyecto consensuado de inteligencia colectiva que tenga en cuenta el desarrollo económico, garante del bienestar social. Hereu, militante socialista, pese a no tener cargo político desde hace seis años, cree que el catalanismo se ha quedado fuera de la estrategia interna del PSC en el gobierno municipal. Y considera que debería unirse con la izquierda comunista del partido y ambos, adherirse a la línea política que lidera el teniente del alcalde, Jaume Collboni.
El ex alcalde ha concluido su intervención dejando claro que ante tanta deslocalización empresarial e improvisaciones políticas, es preciso consensuar un gran pacto de Catalunya y Estado. Un pacto que requiere de liderazgo y actividad política en el sí de las instituciones, en base al cual, la gente se posicionará legítimamente, pero la democracia no debe dejarse llevar solo por quienes se apropian las calles.