La ruptura de Barcelona en Comú con el PSC tendrá daños colaterales. Una de las primeras víctimas podría ser Jordi Valmaña, director general de Cementiris de Barcelona, por su gestión tras el hundimiento de 144 nichos, el pasado 15 de septiembre, en el cementerio de Montjuïc.
“La crisis de Cementiris se ha gestionado muy mal. Collboni ha sido la pieza clave que explica que Valmaña siga siendo el director de la empresa municipal. Sin el apoyo del líder socialista, Valmaña ya hubiera sido despedido”, aseguraba a Metrópoli Abierta, hace una semana, una fuente próxima a Bcomú.
Nacionalista por convicción, Valmaña inició su etapa en Cementiris de Barcelona con el PSC gobernando el Ayuntamiento. “Se rodea de un círculo muy reducido de personas y su gestión siempre ha sido muy opaca”, denuncia una fuente del sector. “Siempre ha tenido una buena sintonía con el poder, pero su supervivencia debilita a Colau. Si Eloi Badia (presidente de Cemeniris y regidor de Presidència) no corta su cabeza, él también caerá”, sostienen en la oposición municipal. Y todo parece indicar que Colau hará todo lo posible para salvar a su regidor, uno de los más controvertidos del gobierno local.
MÁXIMOS RESPONSABLES
Valmaña y Badia son los máximos responsables del derribo de los 144 nichos que se produjo el 15 de septiembre en Montjuïc. Dos días antes ya se habían producido algunas grietas, pero la empresa municipal no llamó a la Guàrdia Urbana ni a los bomberos. Los primeros trabajos de reconstrucción también están bajo sospecha.
Según fuentes del sector, Cementiris de Barcelona actuó incorrectamente al abrir los nichos de las personas que habían fallecido hace menos de dos años. La normativa obliga a comunicar este procedimiento al juez y a los familiares antes de volver a enterrar los cadáveres, un paso que no hizo la empresa municipal.
Cementiris de Barcelona, además, rechaza las pruebas de ADN que piden las familias afectadas por el hundimiento. Éstas ya han anunciado que demandarán al Ayuntamiento por las responsabilidades civiles y penales que se puedan derivar del caso.
La Síndica, Maria Assumpció Vilà, por su parte, ha abierto una investigación por posibles negligencias de Cementiris de Barcelona. Vilà recomendó a las familias que emprendieran acciones legales y sospecha que la empresa oculta información y que hay un problema económico que se intenta silenciar.
POCA INVERSIÓN
La cuestión económica también penaliza a Valmaña, acusado de invertir únicamente 1,1 millones de euros en rehabilitación. La mayoría de las inversiones de una empresa que acumula beneficios se ha destinado “a incineración y nuevas oficinas”, explican en Montjuïc, en cuyo cementerio se construyeron sepulturas encima de las previstas iniciales, sin reforzar las bases.
El de Montjuïc no es el único cementerio que requiere importantes mejoras de mantenimiento. El camposanto del Poblenou también presenta muchos síntomas de dejadez, con algunas tumbas descuidadas, algunas incluso abandonadas y en peligro de afectación. Según avanzó Crónica Global, una persona afectada mantiene una pugna con Cementiris de Barcelona desde 2008 porque en el panteón contiguo al de sus familiares ha crecido una palmera de grandes dimensiones desde la propia cripta. Las ramas del árbol ya han causado algunos desperfectos.
Ante tal cúmulo de despropósitos, los afectados por el hundimiento de los nichos de Montjïc piden las dimisiones de Valmaña, Badia y Colau por “inepto, por eludir sus responsabilidades y por su silencio, respectivamente”.