El bufete Cuatrecasas ultima los detalles de la querella que varias constructoras presentarán en breve contra el Ayuntamiento de Barcelona por haber paralizado las obras del túnel de las Glòries y convocado nuevo concurso troceando la ejecución de la infraestructura subterránea de esta vía de comunicación. La querella, según manifestaron a Metrópoli Abierta fuentes cercanas a las constructoras, se fundamenta en que el culpable del desaguisado de la polémica obra es el propio ayuntamiento, que proporcionó a las empresas planos erróneos de la zona.
La construcción del túnel de las Glòries sacó a la superfície que en el subsuelo de la plaza existen infraestructuras que no estaban contempladas en los planos municipales. Las constructoras adjudicatarias de la construcción del túnel realizaron sus cálculos basados en esos documentos (confeccionados por técnicos de la compañía municipal Bimsa) y luego se encontraron con elementos que no preveían y que hacía imposible el trazado original. El túnel proyectado chocaba directamente con un sifón del colector y con un túnel de Adif no previstos en el plano. Para poder evitar estos dos elementos, era necesario hundir la infraestructura unos tres metros por debajo del nivel de la obra actual.
Por si fuera poco, bajo la plaza de les Glòries hay aguas freáticas y se precisaba de una obra adicional para salvar ese problema. AL parecer, las obras del túnel de Adif habían sido realizadas con material de baja calidad y presentaban fisuras y porosidades importantes, por lo que se debían reforzar. Las constructoras también encontraron “antiguos elementos de hormigón” que tampoco figuraban en los documentos municipales. En resumen, que lo que en realidad había bajo la plaza de Les Glòries era una monumental chapuza de ingeniería.
UN 60% MÁS DE SOBRECOSTE
Las imprevistos fueron catastróficos. La obra había sido adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Comsa, Copisa, Rogasa y Benito Arnó por 60 millones de euros, pero los planos erróneos hacían necesaria la ejecución de un nuevo trazado del túnel que dispararía los gastos un 60% más, con lo que el coste final de la infraestructura para las arcas públicas se situaría ya en unos 100 millones de euros.
Ante estas circunstancias, el consejo de administración de Bimsa decidió el pasado 24 de abril paralizar las obras y rescindir el contrato con las cuatro constructoras que formaban parte de la UTE. Además, reclamó a las constructoras una indemnización de 3,9 millones de euros debido al retraso en la ejecución de las obras.
Pero en su querella, las compañías se desquitarán. Reclamarán al consistorio barcelonés una indemnización de entre 8 y 10 millones de euros porque le culpan de haber entregado documentación errónea, al margen de que siguen pendientes de abonar algunos flecos de las obras efectuadas hasta ahora y que todavía no han sido liquidados. “En estos momentos, estamos realizando peritajes, valoraciones, analizando certificados y mediciones de obras para ajustar la reclamación económica al ayuntamiento”, han señalado a Metrópoli Abierta fuentes cercanas a las constructoras.
INFORME DEMOLEDOR CON LOS TÉCNICOS MUNICIPALES
La principal pieza de cargo será un informe realizado por el Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ÏTEC), una institución a la que recurrió la alcaldesa Ada Colau para tener una visión objetiva de lo que había pasado. Pero el trabajo de este organismo, firmado por su propio director general, Francisco Diéguez y por un equipo de ingenieros, es demoledor para el Ayuntamiento de Barcelona: pone de relieve los graves defectos en que incurrieron los técnicos municipales y apunta a que sus planos erróneos fueron los causantes del desaguisado que tiene paralizadas las obras del importante nudo viario.
Ahora, Colau ha sacado a licitación un nuevo concurso para terminar la obra. Se prevén dos túneles urbanos unidireccionales e independientes que se licitarán en cinco lotes con un coste de 79,4 millones de euros. Según el ayuntamiento, de esta manera se evitan los riesgos de concentrar las obras en un único adjudicatario. Al margen de esta obras, se destinarán 14,8 millones de euros adicionales a la urbanización del parque central de Glòries, un espacio de 45.860 metros cuadrados que incluirá zonas verdes y de paseo, la Rambla dels Encants, un área de juegos para niños, una zona lúdica para jóvenes y un área para perros.
Para los responsables municipales del PDeCAT, esa diversificación puede ser negativa porque “puede provocar que hasta 20 empresas diferentes trabajen al mismo tiempo en Glòries, lo que puede poner en riesgo la buena marcha y la buena coordinación de las obras, puesto que un fallo en una puede provocar un efecto dominó en el resto”, según declaró Jordi Martí, responsable de Urbanismo del Grupo Municipal Demòcrata.
De lo que no hay duda es de que los problemas han supuesto una importante sangría para el erario público. Y con la nueva licitación, el coste se disparará aún más, ya que a los prácticamente 95 millones que supondrán los nuevos concursos habrá que añadir las obras efectuadas por las anteriores constructoras y que estaban muy avanzadas. Todo por la monumental torpeza de entregar unos planos completamente erróneos.