La Junta Electoral de Barcelona ha desestimado las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Barcelona y ha ordenado que debe eliminarse la iluminación amarilla de todas las uentes y edificios públicos, tal y como había solicitado el Grupo Municipal del PP. La junta considera que este tipo de uso ornamental tiene “una finalidad partidista y no solidaria” y por tanto connotaciones políticas, ya que se relaciona directamente con un símbolo que está siendo utilizado por varias fuerzas polñiticas que concurren a las elecciones del 21-D.
El PP había pedido el 'apagón amarillo' por considerar que atentaba contra “la obligación de neutralidad que tienen que tener todas las instituciones públicas durante el período electoral”. Se da la circunstancia de que la misma junta ya ordenó hace dos semanas que se retirara del balcón del ayuntamiento barcelonés una pancarta en la que pedía la libertad de los ex-miembros del Govern encarcelados.
Tras conocerse el fallo, el presidente del grupo municipal popular, Alberto Fernández, ha pedido a la alcaldesa Ada Colau “que no vuelva a poner el Ayuntamiento de Barcelona al servicio del independentismo” y le ha reprochado que apelara a una mal entendida libertad de expresión para mantener la iluminación, cuando lo que estaba haciendo al promoverla era “vulnerar los derechos de todos los barceloneses que nos sentimos catalanes y españoles”.
Fernández ha recordado que a la alcaldesa que no es el primer error de falta de neutralidad en los espacios públicos pues ya tuvo que “rectificar" hace dos semanas y "retirar las pancartas sobre los políticos presos” de la fachada de la casa consistorial, por orden de la misma Junta Electoral, esta vez tras una denuncia de Ciutadans . El líder del PP ha pedido finalmente a Colau “que mantenga la neutralidad del Ayuntamiento de Barcelona y deje de ser la alcaldesa del independentismo”.
Así, algunas fuentes de Barcelona, como las Fuentes de Montjuïc o la de plaza de Catalunya (imagen), dejarán de lucir amarillas por los presos políticos.