Ada Colau empieza 2018 en horas bajas. Con muchas dudas y críticas a su gestión. Sin un socio de gobierno tras la ruptura con el PSC. Con temas pendientes. Y con muchas quejas de los ciudadanos, recogidas en la última encuesta del Ayuntamiento a 6.000 barceloneses mayores de edad. Cuando queda menos de un año y medio para que concluya su mandato, Colau conoce perfectamente los temas que más preocupan a los ciudadanos y los que asuntos que los barceloneses piden una intervención más urgente de la administración local.
A la pregunta de ¿qué pediría al Ayuntamiento que hiciera para la ciudad?, los barceloneses expresan, mayoritariamente, su preocupación por la limpieza de Barcelona. Los ciudadanos también piden que mejore la calidad del turismo, facilite el acceso a la vivienda, mejore los equipamientos y servicios, mejore el transporte, las infraestructuras y telecomunicaciones, los aspectos políticos, la seguridad, la gestión política municipal, la circulación, combata el paro, aumente las prestaciones y ayudas, y cambie el modelo de ciudad.
Los barceloneses, asimismo, recalcan que la falta de aparcamiento y la circulación son los dos aspectos que la ciudad ha experimentado un mayor retroceso. También señalan el ruido, la falta de seguridad y la limpieza en las calles como puntos negativos de la gestión del actual equipo de gobierno.
En la encuesta, los ciudadanos también enumeran los principales problemas de la ciudad en 2017. El tema más polémico es el turismo, seguido del paro, la circulación, el acceso a la vivienda, la inseguridad, la contaminación y el medio ambiente, la limpieza, el transporte, los problemas económicos, los ruidos, los problemas asociados con la inmigración y la masificación.
IGUAL O PEOR QUE EN 2016
El 60% de los barceloneses, por otra parte, consideraba que Barcelona estaba igual o peor que un año antes en julio de 2017, un mes antes del atentado que sufrió la capital catalana y de que el 'procés' entrara en plena ebullición, con manifestaciones multitudinarias y reiteradas de independentistas y unionistas.
El 'procés' paralizó la agenda municipal en los últimos meses. Colau entró en acción en septiembre con sus opiniones sobre el referéndum del 1 de octubre, la Declaración Unilateral de Independencia y el artículo 155 de la Constitución. En cambio, poco se habló de los eternos problemas de Glòries y del tranvía, el gran objetivo de Barcelona en Comú.
Las obras en Glòries continúan paralizadas y los comunes, que gobiernan en solitario, todavía buscan apoyos para prolongar el tranvía por la Diagonal. En 2018 también se activarán nuevas superilles (Les Corts, Sant Antoni, Horta...), se ampliarán los carriles para bicicletas, se debatirá sobre la reforma de la Meridiana y en los próximos meses deben resolverse los permisos que darán luz verde al Espai Barça.
La encuesta, realizada hace unos meses, tampoco incluye el malestar de muchos ciudadanos por la subida de las tarifas del metro y del autobús. La T-10, la tarjeta más utilizada, se sitúa por encima de los 10 euros.