El independentismo es para Alberto Fernández Díaz “el primer problema de Barcelona”. En su ya tradicional conferencia de cada enero, en este caso en la sede del PP de la calle Comtes d'Urgell, Fernández ha dicho que el procés distorsiona la imagen de Barcelona, divide a los ciudadanos, afecta a las inversiones y al empleo, además de generar fractura social. Fernández ha hecho esta mención aprovechando el reciente barómetro municipal que indica que la situación política es lo que más preocupa a los ciudadanos.

Para el edil popular, que este 2018 cumple 15 años como presidente del PP en el Ayuntamiento, es necesario blindar “Barcelona ante el independentismo”. Irónicamente, Fernández ha apuntado que "Barcelona es el cajero automático de Puigdemont" y que en el caso de que se haga una Declaración Unilateral de Independencia, se establezca una “cláusula Messi para Barcelona”, ha destacado Fernández, emulando la presunta exigencia de Messi en su nuevo contrato con el Barça.

Ante un auditorio repleto de simpatizantes y militantes del PP, Fernández ha reclamado “un trato capital y diferente” para la ciudad, y en la relación de la Generalitat con el Ayuntamiento. “La visión reduccionista y excluyente del independentismo perjudica el potencial de Barcelona”, ha subrayado el edil, para quien la capital catalana tiene que ser “una ciudad-sociedad, que colabora y respalda la iniciativa privada y social con un sector público eficaz”.

MEJOR FINANCIACIÓN

Fernández ha ido más allá y ha pedido una nueva Carta Municipal (la Constitución de la ciudad), una nueva ley especial para Barcelona, “complementada con una mejor ley del Área Metropolitana en base a tres ejes: administración única, mejor financiación para Barcelona (con nuevas inversiones y mayores servicios) y sin tutelas de la Generalitat”.

El edil popular ha acusado al Ayuntamiento de convertirse “en el cajero autómatico de Puigdemont”, realizando inversiones que le corresponderían al Govern y no al consistorio, en ámbitos como guarderías, becas comedor, Hospital del Mar, la cárcel Modelo o la L-9 del metro. Fernández ha cifrado la deuda de la Generalitat con la ciudad en 177 millones de euros y ha criticado que en 2017, Barcelona sólo recibió el 15% de las inversiones de la Generalitat, “cuando Barcelona aporta el 31% del Productor Interior Bruto catalán”.

A poco más de un año y medio para las elecciones municipales, previstas para mayo del 2019, Fernández se ha acordado de Ada Colau en diversas ocasiones. El concejal ha acusado a Colau “de agravar las consecuencias del procés" para Barcelona al no reclamar las inversiones, la financiación y los servicios que le corresponden a la ciudad”. También ha señalado que ha puesto la ciudad “al servicio del secensionismo”, lo que ha permitido a la alcaldesa “aprobar inicialmente los presupuestos para 2018”, al contar el apoyo de ERC y del PDeCAT.

3.000 DESAHUCIOS EN BCN

"Colau es más lastre que motor. Pretende convertir la ciudad en su comuna”, ha sentenciado. El concejal popular ha asegurado que con Colau en la alcaldía “se han agravado las condiciones para acceder a una vivienda”, ha cifrado en más de 3.000 los desahucios anuales en la ciudad, un tema que Metrópoli Abierta ya denunció, y ha criticado el incremento de los alquileres un 20% los dos últimos años. En su opinión, son ejemplos de “las políticas de cartón-piedra de Colau”.

Ya casi al final de la charla, Fernández se ha referido al “agravio” que padecen los barceloneses en los “peajes de la Generalitat”. “Mientras en el resto de Catalunya hay infraestructuras y túneles como el de Bracons, que son gratuitos, los del entorno de Barcelona no lo son”. El político ha reclamado la gratuidad de los túneles del Garraf y de Vallvidrera, cuyo cobro ha calificado de “pillaje”.

Finalmente, Fernández, en permanente precampaña, ha pedido un cambio para Barcelona que "permita psar de la Barcelona en común de Colau a la Barcelona con sentido común". 

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