El PSC acusa a la alcaldesa de Barcelona de copiarle las ideas

El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, está que trina con la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, por haberle copiado textualmente algunas de las exigencias que el socialista había exigido a la primera edil respecto a las medidas que debía tomar ente la celebración del Mobile World Congress (MWC) que se celebrará en la capital catalana a finales del mes de febrero.

Colau pronunció este lunes una conferencia en el Colegio de Periodistas de Barcelona sobre los retos de la ciudad en los próximos años, bajo el lema “Relanzar la ciudad y defender a sus vecinos”. Y la propuesta estrella de la alcaldesa no fue otra que el anuncio de una campaña internacional “para reforzar la confianza en Barcelona, la reputación y la imagen de la ciudad”. Esta campaña se lanzará “coincidiendo con el Mobile”, uno de los momentos en que Barcelona tiene mayor presencia en el mundo. “Por si alguien tiene dudas, explicaremos al mundo la potencia de Barcelona y reforzaremos la confianza internacional con la ciudad, con el objetivo de seguir atrayendo talento, creatividad e inversiones productivas”.

Pero sí que hay dudas, especialmente en las filas socialistas, que critican la “improvisación” de los anuncios de Ada Colau. “Es deprimente que la alcaldesa copie las propuestas que le hacemos. Y que lo más importante que haya dicho en una conferencia que habría de ser referente es que hará una campaña internacional de promoción”, subrayan fuentes del PSC a Metrópoli Abierta.  Para reforzar estas críticas, se remiten a una propuesta de acuerdo presentada por Collboni el martes de la pasada semana ante la comisión de Economía y Empresa.

En el documento se señala que ante la próxima celebración del MWC, en un plazo de quince días se debería presentar “un plan de promoción económica específico para la próxima edición del MWC”, aprovechando que el salón atraerá a más de 100.000 profesionales. Dicho plan se plasmaría en cinco puntos principales.

SEIS PUNTOS A DESARROLLAR

El primero sería un plan detallado de acciones de promoción específica; el segundo, una campaña de comunicación local e internacional “con el objetivo de promocionar la ciudad de Barcelona, tal  y como hacen otras ciudades del mundo en acontecimientos de estas características”. El tercer punto pide “un proyecto de trabajo con el conjunto de agentes económicos de la ciudad”; el cuarto, un detalle de los compromisos que adquiere la ciudad “para situarse en los próximos años  la vanguardia de la industria móvil y convertir a Barcelona en un verdadero referente mundial en este campo”.

Ada Colau, en la presentación del MWC de 2017

El quinto punto reclama el control de los indicadores de seguimiento para presentar un informe del balance de las acciones de promoción, “así como de las iniciativas llevadas a cabo para consolidar un entorno atractivo para la generación de la industria móvil en la ciudad”. Y el último punto aboga por dar una buena imagen tanto de la ciudad como de los servicios públicos ante el “importante número de visitantes adicionales” que visitarán Barcelona durante el MWC.

CON LAS MANOS VACÍAS

Fuentes socialistas recalcan que “consideramos muy importante realizar una campaña en el marco del Mobile porque el 90% de los visitantes que vienen tienen un perfil de directivos y son grandes líderes de la industria. Pero no nos quedamos ahí. Hay todo un desarrollo de las acciones a realizar. La propuesta lanzada este lunes por la alcaldesa se limita a coger una de las ideas del PSC y a decir que en el futuro anunciará una gran campaña de comunicación, pero sin dar más detalles”.

Estas fuentes subrayan la reclamación efectuada por la concejal Montserrat Ballarín en la comisión, que reclamó a Ada Colau que no dejase pasar la oportunidad de promocionar la ciudad porque “a 40 días del mayor certamen que tiene Barcelona, ustedes se van a presentar con las manos vacías”.

Pero echan en cara a la mandataria que en lugar de haber trabajado el tema y haber presentado ya una propuesta con cara y ojos, se haya aferrado a lo más superficial y se limite a “anunciar que anunciará una campaña”. Cierto es que la conferencia de Colau fue más allá y versó sobre las medidas impulsadas por el Ayuntamiento “para defender el derecho a la vivienda y para evitar la expulsión de los ciudadanos. La alcaldesa afirmó que el Ayuntamiento multiplicó por 4 la inversión en políticas de vivienda, aumentó la atención a los desahucios y ahora impulsa la creación de un parque público de alquiler a precio asequible a través de un operador metropolitano, figura que todavía no existe. “Los efectos en política de vivienda son a medio plazo, pero tenemos problemas graves a corto plazo que es preciso seguir abordando de manera urgente e inmediata”, admitió.

Luego, planteó un “pacto de ciudad” para llevar adelante las iniciativas para proteger a los ciudadanos de los abusos en los alquileres y anunció una “inminente tramitación de una modificación de la ordenanza reguladora de las licencias de obra para introducir más garantías” y asegurar el realojamiento de los inquilinos en los casos en que la rehabilitación de los edificios repercuta económicamente en sus alquileres o no les permita volver a sus viviendas. Paralelamente, reclamó cambios legislativos en materia de alquiler a la Generalitat y al Estado. Pero en el comunicado de prensa posterior a la conferencia estos extremos quedaron eclipsados por el anuncio de la campaña internacional para relanzar la imagen de Barcelona. O sea: la misma que los socialistas habían propuesto con anterioridad.