¿Mano negra? ¿Intereses ocultos? La nueva adjudicación de los túneles de Glòries ha levantado un sinfín de preguntas que apuntan a la posibilidad de que en los nuevos contratos haya algo que no cuadra. Y desde algunos sectores se apunta a que tras la decisión del Ayuntamiento de la capital catalana pueda estar la mano de… la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

El consejo de administración de Bimsa adjudicó este martes las obras de Glòries (que se encontraban paralizadas desde abril del año pasado) en cinco lotes. El principal de ellos es el del tubo del túnel de mar y montaña, que costará 24,5 millones (más el IVA correspondiente) y que se llevará una Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por Ferrovial y Sacyr. El segundo lote en importancia es el de la excavación de contrabóvedas e interior, adjudicado a la UTE compuesta por OHL, FCC Construcción y Construcciones Rubau, que costará 13,8 millones.

El paso inferior de los túneles de Adif Meridiana fue adjudicado por 12,5 millones a la UTE Vías y Construcciones –CRC Obras y Servicios. El cuarto lote, que es otro túnel de Adif, será para Acciona Construcción y Copcisa por 10,1 millones. Y el quinto lote, un paso inferior del túnel de TMB, será para la UTE Dragados-Acsa Obras e Infraestructuras por 7,7 millones. Las obras deberán estar listas en 32 meses.

Las empresas que habían ganado el anterior concurso, no tuvieron opción alguna a repetir, lo que ha levantado sospechas. “Es muy extraño que la obra principal se adjudicase a Ferrovial, una empresa de Madrid y que ha estado involucrada en escándalos económicos en Catalunya [se refieren al caso Palau]. Y otra de las obras clave se la llevase también Dragados. Y otras empresas, como OHL, Sacyr o Dragados han estado también bajo investigaciones diversas”, explican a Metrópoli Abierta fuentes de las antiguas empresas concesionarias.

Las sospechas no son baladíes. Sacyr se ha visto involucrada en uno de los mayores escándalos internacionales por la ampliación del Canal de Panamá y en Chile vio cómo lo suspendían obras por el retraso de las mismas. FCC, por su parte, salió salpicada por el presunto fraude en los contratos de la empresa pública Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed). Por si fuera poco, uno de sus directivos fue detenido en enero de 2016 por el fraude en la recogida de basuras (precisamente en el contrato que tenía con el Ayuntamiento de Barcelona).

Y más aún: salió implicada en el caso Oderbretch, uno de los más importantes escándalos de corrupción en Latinoamérica. Dragados ha ido sorteando y capeando escándalos en las últimas décadas, desde el de Dragacol hasta el de Urbanor. OHL, por su parte, está inmersa en el sumario del caso Lezo, que investiga una de las ramas de la corrupción del PP y tiene expediente abierto en los Estados Unidos…

LAS PREFERIDAS DE CARMENA

Estas fuentes apuntan a que tanto Ferrovial como Dragados “son dos de las compañías preferidas de al alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. ¿Puede estar su mano ahí? ¿O sus recomendaciones? No lo sabemos. Pero lo cierto es que la relación de Carmena con Ada Colau es muy fluida, así como con Janet Sanz, responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona”.

La primigenia obra había sido adjudicada a las empresas Comsa, Copisa, Rogasa y Benito Arnó por 60 millones de euros en la época en que Xavier Trias era alcalde. Pero los planos facilitados por el Ayuntamiento eran erróneos y, por tanto, los imprevistos se sucedieron. En ellos, por ejemplo, no figuraba un sifón del colector ni un túnel de Adif que pasa por la zona, por lo que las constructoras, cuando se encontraron con estos imprevistos, pidieron explicaciones al Ayuntamiento, ya que el coste de las obras se dispararía un 60% para arreglar los desaguisados cometidos. Tras varios meses paralizadas las obras, el consistorio, ya en manos de Ada Colau, decidió realizar una nueva adjudicación, materializada esta semana.

El Ayuntamiento decidió, además reclamar 3,9 millones de euros a las antiguas adjudicatarias por los retrasos, pero las compañías ultiman todavía una querella (que estará lista en un plazo de dos meses, aproximadamente) en la que reclamarán al consistorio barcelonés una indemnización de entre 8 y 10 millones de euros. En ella, culparán al Ayuntamiento de haberles entregado documentación errónea y de deberles algunas de las obras realizadas.

EVITAR LA “CONTAMINACIÓN”

Desde círculos empresariales se deja caer que las dos alcaldesas comparten información sobre su gestión y se dan valoraciones. “Los rumores sobre la posibilidad de que Ferrovial pudiese ser una de las principales adjudicatarias comenzaron tras una visita de Colau a Madrid”, aseguran las fuentes.

Después de ese encuentro se habrían desencadenado, pues, los rumores que anticipaban que las obras de Glòries se iban a adjudicar de nuevo y que irían a parar a empresas madrileñas para evitar la “contaminación” de las constructoras catalanas, la mayoría de ellas bajo sospecha de pagar mordidas a Convergència.

Esos rumores, pues, se han confirmado. Lo que falta por verificar es si, a la vista de los nuevos protagonistas, no fue peor el remedio que la enfermedad… porque gran parte de las nuevas compañías adjudicatarias tienen otro denominador común: el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, las denunció como las paganas de comisiones a cambio de contratos con los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente. Lo dicho: puede ser peor el remedio que la enfermedad.

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