Cansado y enfadado. Así está Adrià Alemany, la piedra angular de Catalunya en Comú (CeC), por la estrategia que arrastra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. De hecho, Alemany no es sólo el principal fontanero del partido, sino también el marido de Colau, el cerebro en la sombra y el personaje por el que deberían pasar todas las decisiones y todas las iniciativas de los comunes.
Pero no es así. “Maragall tenía fama de hacer maragalladas. Pues Colau se ha labrado fama de hacer colauadas. No es que tenga una política errática: es que tiene arrebatos que hacen que sea imprevisible, aunque cada uno de sus gestos tiene un porqué”, admite a Metrópoli Abierta una persona cercana al círculo de mando de los comunes.
La última espantá de la alcaldesa fue la decisión de no ir a la recepción de Felipe VI el día antes de la inauguración del congreso del Mobile. “No es que Alemany no estuviese de acuerdo. Es que el anuncio no había sido meditado ni pactado con el partido. Fue una colauada, una espontaneidad de la alcaldesa que, si lo pone antes en conocimiento del partido hubiese salido adelante igualmente”, aseguran las fuentes consultadas.
En realidad, Adrià Alemany no hubiese puesto ningún impedimento, al contrario: su ideología más independentista que la de la propia Ada Colau está fuera de toda duda. De hecho, fue él quien diseño la estudiada estrategia identitaria de CeC y el forjador de los mensajes aparentemente contradictorios entre lo que dice o hace la alcaldesa y lo que hace el Ayuntamiento. Y fue él quien pilotó, desde la sombra, la ruptura con el PSC y el acercamiento del equipo de gobierno municipal a los independentistas.
Pero el anuncio de una decisión de tanta repercusión en la opinión pública cogió desprevenido al cerebro de los comunes. Por eso, ante las críticas a Colau por parte de todas las instancias oficiales, del Gobierno español, de entidades civiles y de los partidos de la oposición municipal, empezando por los socialistas y acabando por los populares y Ciudadanos, Alemany tuvo que redoblar sus esfuerzos retuiteando todo lo que le llegaba para neutralizar las acusaciones de que la actitud de su esposa hacía peligrar el Mobile en Barcelona.
LOS 68 MENSAJES RETUITEADOS
Durante los últimos días, Alemany ha retuiteado decenas de mensajes en las redes sobre el Mobile para minimizar el impacto del boicot al besamanos del Rey. Entre los días 24 y 27, Alemany emitió sólo un tuit y retuiteó 68 mensajes más, de los que 55 estaban relacionados con el salón barcelonés. Los trece restantes hacían referencia al tema de la vivienda. “Da igual lo que diga Ada Colau en entrevista con Àngels Barceló que los tertulianos Hora 25( pero es generalizado) van con el argumentario aprendido. Como una pared , oiga. Reproducen exactamente lo que critican”, se quejaba Adrià Alemany en las redes, en el único tuit personal que publicó ese fin de semana. En el reenvío de los demás, aprovechaba para dar voz tanto al partido como a los principales dirigentes de los comunes y de Podemos.
Muchos de los tuits que rebotaba Alemany eran elogios a Colau (“¡Ada Colau, qué grande eres!”, “Habla una mujer extraordinaria”…), pero también daba voz a Alberto Garzón, por ejemplo, que advertía que “el ciudadano Felipe de Borbón dice que está para defender la Constitución. Y casi toda la prensa se hace eco sin crítica alguna y sin preguntarse: ¿cuándo ha defendido un Borbón los derechos sociales y civiles que aparecen recogidos en la Constitución? Es claro: NUNCA”. O a Pablo Iglesias: “El PP sigue con su estrategia del miedo. Los de M. Rajoy, en su batalla contra los Ayuntamientos del cambio, querrían que el Mobile World Congress se marchase de Barcelona. Eso no va a suceder”. Acompañaba el mensaje con unas declaraciones de Colau recogidas por Cuatro.
PASANDO CUENTAS
También lanzaba el mensaje del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que decía que “hay quienes se indignan por los ‘desplantes’ a Felipe VI de las alcaldesas de Madrid y Barcelona. Son los mismos que no soportan un municipalismo que defienda la libertad artística y de expresión y plante cara a la involución autoritaria que vivimos”. Y, por retuitear, retuiteó hasta un mensaje de El Jueves: “La Casa Real se adapta a los tiempos modernos sacando una APP para besar la mano del Rey. Cuanto más tiempo se bese la pantalla del móvil, más puntos da”, rezaba irónicamente. En fin, un fin se semana intenso para el responsable de la estrategia de Catalunya en Comú.
Y este jueves, volvía sobre el particular para pasar cuentas con los críticos a Colau: a pesar de la importancia del pleno del Parlament, sólo dedicaba a este tema 2 tuits, mientras que el éxito del Mobile era recogido en cuatro reenvíos de mensajes de Colau, Pablo Iglesias y Pablo Echenique, con informaciones periodísticas anexas.
ARGUMENTOS RADICALES
Pero eso, al decir de gente que le conoce, esa le cansa sobremanera. “Está cansado de ir arreglando los destrozos que Colau deja a su paso, porque a él le toca pagar todos los platos rotos, ya sea negociar los desaires con los socios o lidiar con asociaciones ciudadanas o con entidades vecinales”, subrayan las fuentes, que, sin embargo, reconocen que la alcaldesa sabe marcar perfil pero que precisamente por eso deja cicatrices en la estructura de la formación.
Adrià Alemany es un tipo duro de genio indescriptible y ademanes adustos. “Es un señor que parece estar siempre a la defensiva y eso hace que a la hora de negociar sea más complicado”, critica uno de sus rivales. Y un político de la oposición explica que es “un señor altivo, que suele gritar y echa mano enseguida del argumento de que si no estás de acuerdo con él eres un facha”. Un argumento, por otra parte, que no deja de ser inmensamente simplista. Lo que destacan quienes han tenido que sufrirlo en alguna ocasión es que “pasa todo por el tamiz ideológico”. Quizá por eso uno de sus últimos tuits, emitido desde la cuenta oficial de En Comú Podem sea el que doce que “Todos los partidos de Sant Joan Despí firmaron una declaración contra el desahucio de 120 familias. Todos no. Ciudadanos no ha firmado, porque detrás de su confrontación nacional sólo hay Goldman Sachs”. Otra de esas afirmaciones que, a fuer de simplista, deviene al final un puro planteamiento ideológico sin profundidad intelectual. O sea, se convierte en una pura consigna vacía de contenido, un lema político más.