Ada Colau tiene motivos para estar preocupada / Ajuntament BCN

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Información municipal

Las grandes quejas de los vecinos de Barcelona a Colau

Las entidades acusan a la alcaldesa de no hacer caso a sus peticiones

10 marzo, 2018 19:30

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El problema de entendimiento entre la alcaldía de Barcelona y buena parte de las entidades vecinales de la ciudad es cada día más patente. Las quejas de muchas de ellas de que no les escuchan, de que su peticiones caen en saco roto o de que desde el consistorio que preside Ada Colau se practica la política de hechos consumados, son cada vez más numerosas.

Son variados los ejemplos en los que la actuación del ayuntamiento ha estado muy alejada de las peticiones de los vecinos, aunque desde el consistorio se cansan de repetir que para ellos la opinión de los vecinos es prioritaria.

El ejemplo más palpable ha sido el de la polémica Superilla del Poblenou. Los vecinos hicieron una consulta, de esas que le gustan tanto a la alcaldesa, y votaron mayoritariamente en contra del proyecto. Sin embargo, desde el ayuntamiento se rechazó la petición argumentado, entre otras cosas, escasa participación. Resulta curioso como el propio ayuntamiento establece en su Guía para promover una consulta ciudadana, editada el 18 de octubre del año pasado, que en este tipo de consultas "no se exige un mínimo de participación". Aunque desde el ayuntamiento se ha asegurado que el resultado tampoco es vinculante.

Otro ejemplo es el de los carriles-bici, que en este caso afectan a toda la ciudad. Varios de ellos han creado un enorme malestar entre los vecinos afectados, sobre todo en aquellas personas que por motivos de edad o salud no pueden moverse en bici y la implantación de estos carriles les generan enormes problemas. Ejemplos como el del Ganduxer, el de Taulat o el de Sant Antoni Maria Claret, entre otros, han dejado en evidencia la presunta consulta previa que hace el ayuntamiento a los vecinos.

Tampoco están muy contentos los vecinos que viven en las inmediaciones del Camp Nou con el proyecto Espai Barça. Incluso la FAVB se ha mostrado disconforme con el apoyo que el ayuntamiento ha mostrado al proyecto, cuyas obras podrìan dar comienzo en los próximos meses.

La situación inversa se produce en la Vila Olímpica, donde la construcción de un macroalbergue tiene en pie de guerra a los vecinos, que ven como el ayuntamiento ha hecho unos esfuerzos mínimos para impedir que se ponga en macha un centro de alojamiento de turistas low-cost que anuncia la llegada de ruidos nocturnos, borracheras y molestias para los vecinos. Curiosamente, en este caso sí se hizo una consulta, con menor participaciòn que en la de la Superilla, pero el ayuntamiento la valoró positivamente.

SUBIDAS TARIFAS

Si hay algo que indignó en su día a miles de barceloneses fue la subida de los precios del transporte público. Asociaciones y entidades vecinales y partidos de la oposición criticaron duramente la medida por lo que supone de castigar a las clases trabajadoras. Además, el hecho de que se anunciara en el último momento y casi de escondidas, en plenas fiestas navideñas, no ayudó a calmar el malestar de los usuarios.

La subida de las tarifas del transporte causó indignación / CR

La subida de las tarifas del transporte causó indignación / CR



Un tema que le ha estallado de repente al consistorio ha sido el de los narcopisos. Tras meses de ningunear a los vecinos del Raval, estos iniciaron una serie de protestas que, junto a una estrategia comunicativa acertada, logró poner en la agenda municipal este asunto. Y la alcaldesa se vio forzada a reaccionar. Tras meses de dar largas, optó por reunirse, casi en secreto, con los vecinos, aunque estos todavía esperan que se adopten medidas adecuadas para acabar con el problema.

La permisividad del consistorio con algunas actividades que se hacen en la vía pública y que causan ruidos molestos a los vecinos es otra de las quejas de los ciudadanos que salpican a Ada Colau. La inoperancia ante los pisos turísticos, el silencio ante algunos botellones y la aparente miopía ante las actividades de determinados grupos afines a la alcaldesa han colmado el vaso de la paciencia de muchos ciudadanos, que sufren los ruidos sin que nadie les dé una solución. De esto se quejan en el Raval, en Gràcia, en el Gótic y en la Barceloneta. Y nada indica que la solución llegue antes de que regrese el buen tiempo.

PERROS Y VIVIENDA

La alcaldesa tampoco se escapa de la ira de los comerciantes por el tema de los manteros. La permisividad con la que estos ejercen su actividad en el centro de la ciudad indigna a los que se ven obligados a cumplir con sus obligaciones tributarias. Y lo peor de todo es que el ayuntamiento no parece tener ningún interés en buscar soluciones, al punto que incluso algunos sectores de la Guàrdia Urbana se sienten abandonados en su lucha contra los manteros.

Los llamados manteros copan el espacio en la plaza Catalunya / CR

Los llamados manteros copan el espacio en la plaza Catalunya / CR



También con el buen tiempo volverá el espinoso asunto de la playa de perros. En Diagonal Mar están hartos de las molestias que les causan y solo le piden al Ayuntamiento que el emplazamiento sea rotatorio entre las diferentes playas de la ciudad. Pero el consistorio aduce razones de operatividad para negarse a ello, aunque esas mismas razones son válidas para casi todas las playas de la ciudad.

El tema de la vivienda es, sin duda, el que más críticas le ha valido a la alcaldesa. No en vano, su ascenso a la poltrona estuvo basada en temas de vivienda. Sin embargo, lejos de solucionar el problema, desde que alcanzó la presidencia de la ciudad el asunto no ha hecho más que agravarse. El resultado, más desahucios, menos pisos sociales y un aumento insoportable de los precios. La argumentación a la que recurre su equipo político de que no depende de ellos es igual de válida para este mandato y para los anteriores. Pero las excusas nunca han servido para solucionar los problemas de la gente.