La situación en el Raval, principalmente, y en Ciutat Vella en general es preocupante. Los vecinos contemplan diariamente como el tráfico de drogas aumenta al mismo nivel que la inseguridad ciudadana. Cuando no es una pelea a machetes en medio de la calle, son jeringuillas abandonadas en la vía pública. Ante semejante tesitura, desde la oposición reclaman respuestas al gobierno que dirige Ada Colau, que se someterá al escrutinio del resto de fuerzas del consistorio en un pleno extraordinario auspiciado por el PSC y que cuenta con el apoyo del PDeCAT, ERC, Cs y PP.
El equipo de Colau tiene ahora 15 días para convocar el pleno extraordinario en el que la oposición tratará de desgastar la figura de la alcaldesa. Desde el PDeCAT le han solicitado este mismo lunes que dimita de las funciones de responsable de seguridad municipal, de la que es la máxima autoridad en el Ayuntamiento.
Jaume Collboni, líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, ha pedido este lunes a Colau que “abandone la pasividad y rectifique”. Collboni alerta de que se está llegando a una situación similar a la que se vivió en el barrio del Raval en los años preolímpicos, en los que la droga, principalmente la heroína, tuvo su boom y se llevó la vida de muchos jóvenes.
"Estamos ante una auténtica crisis de ciudad", porque Ciutat Vella es el corazón de Barcelona y, cuando late mal, sufre toda la capital catalana y pone en jaque su modelo, ha sostenido Collboni, quien ha anunciado que llevarán al pleno una iniciativa que propone reprobar la acción del Gobierno municipal en Ciutat Vella, constatar el "fracaso del liderazgo municipal en el Raval" y solicitar la adopción de medidas urgentes e integrales en el barrio y en todo el distrito.
LEGADO DE COLAU
Collboni ha criticado que la Guardia Urbana está desbordada y que no se siente apoyada ni por Colau ni por su ejecutivo, y ha afirmado que el ámbito de seguridad pública debe defenderse para proteger barrios vulnerables para que sean dignos y seguros.
Sobre estos problemas, ha aseverado: "No es la primera vez que ocurren, pero es la primera vez que no se adoptan medidas claras para resolver este problema", algo que ha ilustrado explicando que entre 1988 y 2005 se destinaron 1.3000 millones a los barrios de Ciutat Vella -570 de ellos del presupuesto municipal- y se ofrecieron 3.200 viviendas sociales.
Ha advertido de que estos problemas no se resuelven con "tiritas", sino con seguridad y medidas estructurales y preventivas, y ha avisado de que este puede ser un legado negativo del mandato de Colau si no reacciona de forma inmediata con medidas extraordinarias y contundentes.