La funeraria pública de Barcelona, en vía muerta
La propuesta no se votó en el pleno de abril y el gobierno sigue sin contar con los apoyos necesarios para aprobarla
3 mayo, 2018 12:16Noticias relacionadas
La funeraria pública que quiere impulsar el gobierno de Ada Colau lleva camino de acabar como el proyecto del tranvía y la multiconsulta, es decir olvidado en algún cajón municipal por la falta de apoyo de la oposición. A poco más de un año de las elecciones, fuentes municipales no se atreven a poner un calendario sobre la mesa que permita desencallar la funeraria. La propuesta de votación tampoco se incluyó en el pleno abril del pasado viernes y cada vez queda más lejos de que se puedan poner en marcha este junio los entierros low cost, a 1.800 euros, reclamados por ERC para dar apoyo al proyecto. Como en el tranvía, los republicanos tienen la llave de la votación.
El pasado marzo, Alfred Bosch, líder de los republicanos, ya indicó que si "Colau no llevaba a votación el abaratamiento de los entierros al pleno de marzo, daban por roto el acuerdo de la funeraria". La iniciativa reclamada por ERC no se llevó en marzo ni se ha llevado en abril. "Ha sido por inoperancia del gobierno. No se ha hecho nada", afirman desde ERC. Y ahora, con el inicio de la carrera electoral y las malas relaciones entre Colau y Bosch, tras la negativa de ERC de apoyar la conexión del tranvía por la Diagonal, parece díficil que la funeraria se desencalle.
ÚLTIMO PROYECTO
El gobierno de los comuns no tira la toalla. No puede. La funeraria pública es el último gran proyecto estrella que le queda. Fuentes municipales aseguran que la aprobación de los entierros low cost es el primer paso para la puesta en marcha de la funeraria pública a través de la empresa pública Cementiris de Barcelona, "pero no se puede desligar del expediente económico, es decir de la venta del 15% que el consistorio tiene de Servicios Funerarios de Barcelona", afirman. La funeraria no se puede crear sin realizar esa venta y si no se ha llevado a pleno es porque el gobierno no tiene los apoyos necesarios para que se pueda aprobar.
La postura de ERC estos últimos meses ha sido, cuando menos, poco clara, especialmente en enero, cuando los republicanos exigieron a Colau aparcar la funeraria hasta 2022 para apoyar los presupuestos del gobierno. Fuentes próximas a Colau aseguran que ese comunicado de ERC fue un error. Posteriormente, Bosch, en una entrevista con Metrópoli Abierta, aseguró que el Ayuntamiento no podía crear una nueva empresa, en este caso una funeraria, porque el Plan Económico y Financiero que el Estado ha puesto en marcha para controlar las cuentas de los consistorios lo impide.
"La funeraria no es el tema. Nosotros hemos pactado abaratar los precios de los entierros a través de Cementerios de Barcelona. Si este es lo que el gobierno lleva al plenario de febrero, votaremos a favor. No puede crear una nueva empresa. Es ilegal", dijo el concejal republicano a este diario a finales de enero. El gobierno de Colau tomó la decisión de crear la funeraria a través de Cementiris de Barcelona --una empresa púbica ya existente-- en 2016, y la declaraciones de Bosch son de enero de este año.
SIN CONVERSACIONES, SEGÚN LA OPOSICIÓN
Desde el Ayuntamiento no se atreven a garantizar que sea este mayo cuando la votación se lleve al pleno. "Se sigue negociando con distintos partidos". Sin embargo, un portavoz de ERC dice que no hablan con Colau de esta cuestión desde marzo. En términos parecidos se han expresado el PDeCAT, Ciutadans y el PP. Todos coinciden que no se han producido acercamientos y que todos votarían en contra si la propuesta se votara ahora.
En el mejor de los casos, Colau contaría con el voto a a favor de la CUP y del regidor no adscrito, Gerad Ardanuy, y habrá que ver que hace el PSC en caso de una hipotética votación. En distintos momentos, los socialistas parecían dispuestos a votar a favor, pero en marzo, los socialistas se mostraron muy críticos con que el gobierno no hubiera ejercido su derecho a veto para impedir el aumento de la tarifa más económica en el consejo de administración de Servicios Funerarios de Barcelona, donde el consistorio tiene el 15%. "Nos parece una tomadura de pelo y una broma de mal gusto que un gobierno que habla de crear una funeraria pública, vote a favor y no ejerza su derecho a veto, aumentando alrededor de un 16% la tarifa más económica", dijo la regidora socialista, Carmen Andrés. Las fuentes socialistas consultadas no se han mojado sobre un posible sentido del voto, pero si PDeCAT, PP, Ciutadans y ERC votan en contra, la funeraria queda bloqueada.
Si en algún momento se aprueba la creación de la nueva funeraria, el proyecto contempla la puesta en marcha de un nuevo tanatario en Barcelona con seis velatorios. La idea inicial era que el equipamiento estuviera en marcha en 2019 --fuentes municipales reconocen que se han mirado terrenos para ir avanzando, pero no concretan dónde--, pero con los retrasos que acumula el plan, el calendario más optimista no sitúa la apertura de un posible tanatorio antes del 2021. Y eso si Colau gobierna de nuevo tras las elecciones del próximo año. La funeraria de Colau está ahora en vía muerta. El tiempo dirá si la funeraria acaba llegando a la estación o descarrila como el tranvía o la multiconsulta.