Entre la presidenta del grupo municipal de Ciutadans (Cs) -y de la Comisión municipal de Economía-, Carina Mejías, y el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, siguen saltando chispas. El fuego no se ha apagado el día después de que Mejías abandonara la última sesión de la comisión, por el “desprecio” manifiesto de Pisarello, y en la que ambos acabaron discutiendo a gritos. La edil de Cs ha reiterado que la actitud del lugarteniente de Ada Colau tiene “un componente machista”. Por su parte, el teniente de alcalde le ha respondido que “banaliza”, porque él forma parte de un partido de corte feminista, ninguneando de nuevo a su rival política.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, Carina Mejías ha denunciado que las formas de Pisarello son “impropias” de un político de su rango y que no pueden definirse para nada casuales. La presidenta de la Comisión de Economía considera que el primer teniente de alcalde es especialmente desconsiderado “por mi condición de mujer”. Es más, el comportamiento de Pisarello parace seguir un patrón finalista, que tiene como objetivo “condicionar y coartar el ejercicio de mis funciones. Es intolerable que intente imponer sus criterios sin respetar que soy la presidenta de la comisión y tengo unas responsabilidades”, ha criticado la edil de Ciutadans.
La Presidenta de la comisión de Economía ha incidido en que los desplantes de Pisarello y sus faltas de respeto hacia los miembros de la comisión son “reiteradas” y que por este motivo “se le tiene que dar un toque de atención”. “Hay que recuperar la dignidad (de la Comisión de Economía) y exigirle que cumpla con sus obligaciones a la hora de rendir cuentas con la oposición y a la hora de estar presente en las sesiones, como es su obligación”.
COMPORTAMIENTO EXCESIVO
Mejías ha pedido disculpas por abandonar la comisión intercambiando gritos y palabras mayores con Pisarello y ha reconocido que su comportamiento fue “excesivo”. No obstante, la edil ha insistido en que “no se pueden tolerar descalificaciones y menosprecios” como,por ejemplo que el teniente de alcalde le faltara al respeto diciéndole que gritaba “como una maestra de escuela autoritaria”. La concejal de Cs ha añadido que el segundo de los comuns debería disculparse con ella “y con todos los miembros de la comisión” que coinciden con la presidenta en que la actitud y las formas del lugarteniente de Colau son reprobables.
Pero Gerardo Pisarello no se ha dado por aludido y no ha pedido disculpas ni parece que tenga intención de hacerlo porque ha insistido en que la intervención de Mejías “no fue adecuada” pero no ha hecho ni un ápice de autocrítica. Su única aportación del primer teniente de alcalde ha sido abogar porque todos los concejales barceloneses escojan “un tono que evite la crispación”, algo que tratará de hacer él mismo “de cara al futuro”. Sin embargo, no parece que su promesa acabe llegando a buen puerto, y más en vistas de que la guerra entre los comuns de Colau y Ciutadans va in crescendo.