La oposición pide la revisión del plan de alojamientos turísticos

La práctica totalidad de los grupos municipales con representación en el Ayuntamiento de Barcelona se han manifestado a favor de revisar el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) aprobado por el gobierno de la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en comú) en enero de 2017, merced a un pacto de última hora con ERC. Los partidos de la oposición han pedido de forma casi unánime (solo se ha desmarcado del consenso la CUP) que se flexibilice la herramienta que regula las plazas hoteleras y los apartamentos turísticos para que los establecimientos puedan hacer obras de reforma y modernizarse. La petición se ha realizado en el marco de la Comisión no permanente de estudio de la situación económica de Barcelona.

El concejal del Grupo Municipal Demòcrata (PDeCAT) ha advertido que el PEUAT “tiene fecha de caducidad”, porque pasará a la historia “cuando existan los recursos para cambiarlo”, en alusión a los posibles resultados de las próximas elecciones municipales y que, según las encuestas, apuntan a que Colau perderá la alcaldía. El edil del PDeCAT también ha criticado a los comuns por su “falta de diálogo” con los actores económicos de la ciudad y ha reivindicado más colaboración entre sectores públicos y privados.

Por su parte, el concejal del grupo municipal de Ciutadans (Cs), Koldo Blanco, ha criticado duramente el PEUAT porque es “destructivo” y, en consecuencia, ha recomendado que debería revisarse su normativa e introducirse ”criterios de flexibilidad”. Según Blanco, la puesta en práctica del plan ha fragmentado la ciudad y también sus barrios, lo que ha facilitado la aparición de planes de usos que “aumentan los problemas de convivencia”.

BENEFICIOS PARA LA CIUDAD Y LOS VECINOS

La concejal de ERC, Trini Capdevila (pese a que su formación apoyó el plan) ha alertado que como consecuencia de la aplicación del PEUAT se ha detectado una nueva problemática: "la lenta tramitación de licencias". Capdevila ha abogado por el diseño y la implantación de un nuevo modelo turístico que, al contrario que el actual, genere “beneficios para toda la ciudad y sus vecinos”.

Uno de los partidos que más firmemente ha apostado por una modificación del PEUAT ha sido el PSC. La concejal de la formación, Montserrat Ballarín, ha reivindicado que se dote al plan “de calidad” para que se convierta en un instrumento que de verdad sirva “para planificar y no para limitar". Ballarín ha pedido a la alcaldesa que elabore un plan hotelero para la ciudad, en colaboración con el sector y buscando puntos de encuentro y consenso con las entidades vecinales. Los socialistas también han criticado al gobierno de BeC por tener prejuicios a la hora de tratar con el sector privado lo que impide el diálogo y conduce “a una creciente inseguridad jurídica”.

El concejal del grupo municipal popular (PP), Javier Mulleras (PP) ha atacado al gobierno de Colau acusándole de estar "gobernando desde la distancia, desde el enfrentamiento y la arbitrariedad", y ha añadido que las políticas erróneas de los comuns han llevado a que se haya frenado la actividad económica de la ciudad. Para acabar, la edil de la CUP, Eulàlia Reguant (CUP), ha puntualizado que el PEUAT no aborda de forma global el turismo y que no ha funcionado porque la afluencia de turistas a la ciudad ha crecido. Reguant se ha mostrado muy molesta porque desde el ayuntamiento "se haya puesto el suelo público como mercancía".

PONER ORDEN AL DESORDEN

Por contra, la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz (BeC), ha señalado que “la preservación de la ciudad” está por delante de un aumento de la colaboración público-privada. Sanz ha negado que su gobierno no haya dialogado y ha insistido en que el PEUAT funciona: “No ha frenado el turismo porque no es lo que pretendía, su objetivo era poner orden al desorden".Sanz ha señalado que los planes de usos y las suspensiones temporales que ha implementado el Gobierno municipal son fruto de reflexiones previas y de conversaciones entre posiciones diferentes.