Todo el Gotha del PdeCAT (ex Convergència) se ha dado cita en la tarde-noche de este miércoles para arropar a Neus Munté en su presentación oficial como candidata del partido a la alcaldía de Barcelona. En el incomparable marco del recinto modernista del antiguo Hospital de Sant Pau, la 'guardia pretoriana' convergente-demócrata-catalana se ha unido en torno a quien deberá luchar, en mayo de 2019, por la silla curul del consistorio. Una butaca que en estos momentos ocupa la gran 'bicha' de toda la oposición, Ada Colau, a quien quieren sacar de la plaza Sant Jaume.
Entre la cohorte pdecadista, sentada frente a ella en el estrado, todos los grandes nombres, muchos 'ex' en su biografía actual: el ex presidente catalán Artur Mas, el ex alcalde de Barcelona Xavier Trias; el ex conseller de Cultura Ferran Mascarell, el ex conseller de Presidencia Francesc Homs; la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, y la coordinadora del PDeCAT y diputada Marta Pascal.
El amarillo ha sido el color dominante, en solidaridad con líderes soberanistas presos, a los que Munté ha hecho temprana referencia en su discurso y a quienes, como es habitual, se les ha guardado una silla vacía con un gran lazo sentado.
Frente a todos ellos y una concurrida representación (unas 500 personas) de fieles convergentes (la media de su edad podría cifrarse en +50 y +60), la candidata a la alcaldía de Barcelona y actual presidenta del partido ha asegurado que trabajará “para liderar una lista transversal con el objetivo de la máxima unidad y poder ser alcaldesa".
Tras narrar su vinculación sentimental a Barcelona desde su niñez (se crió en el barrio, entre la Sagrada Familia y Sant Pau), Munté ha dejado entrever la estrategia para alcanzar el gran objetivo: pactar con quien sea necesario para echar a Colau y sus comunes.
“Soy partidaria de superar el perímetro de nuestro espacio político, de ambicionar un espacio ampliado, donde todo el mundo tenga cabida a partir de su compromiso con Barcelona, con el país del cual Barcelona es la capital”, ha dicho textualmente. Y respecto a Colau, ha definido su mandato con un “demasiadas gesticulaciones, pocos resultados; tiempo perdido y dejadez”.
En cuanto a Ciudadanos, Munté lo ha dicho alto y claro: “Es necesario evitar que una formación política así, profundamente contraria a los rasgos más esenciales del país y la ciudad, lengua, cultura, convivencia, pueda convertirse en la lista con más opciones de alcanzar la alcaldía".
REMUNTEM!
El eslogan de la campaña de Munté y el PDeCat no deja lugar a dudas: 'Remuntem! Barcelona' (¡Remontemos! Barcelona)'. Remontar para volver a los tiempos de Trias (al que ha elogiado constantemente) al frente del consistorio, esta vez con una mujer de armas tomar y muy segura de sus posibilidades. No en vano, dicho lema juega con el apellido de la alcaldable (Re-Munté), quien ha pedido que la ayuden a liderar “una alternativa de gobierno real, que sea punto de encuentro y confluencia de todo quien quiera sumar”. Es decir, otro guiño a otras fuerzas anti-Colau (¿tiros dirigidos a ERC, favorita a un año vista?).
Munté ha hablado de todo lo que haría con Barcelona desde la alcaldía y ha resumido que quiere que sea una ciudad donde se “combata el comercio ilegal y el uso fraudulento de los servicios públicos de transporte; donde se respete el descanso de los vecinos y se sepa combinar con los que quieren disfrutar de su tiempo de ocio en el espacio público; una ciudad sin complejos de saberse 'cap i casal' de una realidad nacional todavía inacabada, pero que queremos plena”.
"Una ciudad segura, con más efectivos de la Guardia Urbana y pleno apoyo al cuerpo y a los equipos de emergencias; que haga frente al incivismo, pero también al machismo y a la homofobia, y de la que cuidemos entre todos, una ciudad convivencial, para ser vivida y convivida, con derechos y obligaciones, donde la conciliación de las familias sea un elemento clave”, ha añadido.
Al final, ha quedado en el ambiente modernista de la plaza lo que ha dicho la introductora de Munté en el acto, la ex consellera de Gobernación Meritxell Borràs: “Neus debería llamarse Esperanza, porque esperanza es lo que nos aporta su candidatura”.