El gobierno de Ada Colau prepara recortes en proyectos sociales por valor de 39,6 millones de euros entre 2018 y 2019. El tijeretazo figura en el documento hecho público por el PSC la semana pasada en el que se explicitan unos recortes globales en Barcelona por valor de 107,5 millones. El ejecutivo municipal se ha cansado de repetir que el documento de los socialistas está desfasado, pero no ha mostrado por ahora ningún informe que diga lo contrario. El Ayuntamiento ha sufrido una caída de los ingresos municipales, motivados en parte por los cambios en la recaudación del impuesto de plusvalías.
A medida que pasan los días se van confirmando algunas de las peores predicciones. En una entrevista en Betevé, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello admitió que no se podrá ejectutar todo lo que estaba previsto. Pisarello sigue sin querer utilizar la palabra recortes y se refirió a ellos como "reprogramaciones" por motivos técnicos u otras necesidades. Reconoció que, de momento, la ampliación de la Casa Golferichs y el equipamiento previsto en el edificio del Borsí, en el Gòtic, no se harán. Ambos proyectos figuran en otro documento al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta y que explicita al detalle todos los recortes por distritos y a nivel de ciudad.
SINTECHO, AFECTADOS
En el ámbito social, se paralizarán numerosos proyectos. Entre los más importantes se frena la adecuación de un nuevo equipamiento para personas sintecho en la Zona Franca. En dos años, el consistorio dejará de aportar 1,3 millones a esta obra. También se deja para momentos de más bonanza un centro socisanitario en Sants (600.000 euros), el proyecto y la adecuación de unos pisos para mujeres víctimas de violencia de género (525.000) y un casal para gente mayor (1,4 millones). Ambos equipamentos estaban previstos en Ciutat Vella.
Los recortes sociales afectarán también al distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Uno de los proyectos que se pueden ver frenados, si se cumplen las predicciones del documento municipal, es un plan ocupacional del Centre d'Acollida Assís en los jardines de Manacor (200.000 euros) y varias propuestas vinculadas al albergue para personas vulnerables de la calle del Cister por valor de casi dos millones de euros.
La teleasistencia sufrirá recortes y el Ayuntamiento dejará de comprar el próximo año aparatos por valor de medio millón de euros. La redacción del proyecto y adecuación de la nueva sede de la EAIA (Equipos de Atención a la Infancia y a la Adolescencia) en Ciutat Vella no recibirá 300.000 euros, una cifra inferior a los 500.000 euros previstos para el centro de servicios sociales Mirurgia. Según el documento municipal, actualizado a mediados de junio, también se parán el Espai Jove de Les Corts (1,8 millones) y el Casal de Barri de la calle de Llobregós del Carmel (1,7 millones).
GUARDERÍAS PARALIZADAS
El documento al que ha tenido acceso este medio detalla recortes en 159 proyectos en el conjunto de la ciudad que afectan a escuelas, Centros de Atención Primària, guarderías, centros cívicos, bibliotecas, pabellones deportivos, obras públicas de barrio y grandes reformas de ciudad. Otros seis proyectos, la mayoría del ámbito social, se dejan en el aire y ni se confirma ni se desmiente si se ejecutarán las partidas previstas para 2018 y 2019. Se trata de un nuevo centro para la detección y gestión de conflictos (944.000 euros), un equipamiento integral para personas con adicciones (221.000), un nuevo centro de servicios sociales (153.000 euros) y un equipamiento juvenil (35.500 euros).
La guarderías municipales son desde hace años una de las actuaciones municipales, junto a las bibliotecas, con un mayor valor social para garantizar el acceso a la educación por igual a todas las personas en una etapa que no es obligatoria. Según el documento quedarán paralizadas, entre otras, las del Raval (445.000 euros), Can Carreras (en Nou Barris, con algo más de un millón de euros), Casernes de Sant Andreu (algo más de un millón de euros) y La Teixonera (137.000 euros).
En una entrevista en TV-3, Colau ha negado que vayan a producirse recortes y en el ámbito social ha sacado pecho. Ha asegurado que el gasto social ha aumentado en Barcelona y que la capital catalana es líder en este capítulo. La alcaldesa ha lanzado sus dardos contra el Estado y la Generalitat por ser acreedores del consistorio. "Amenazan que se pueda hacer más inversión social". Las deudas del Estado con la ciudad se centran en el ámbito del transporte público, y las de la Generalitat son de vivienda y guarderías, según la edil.
Este viernes, el Ayuntamiento celebrará un pleno para tratar los recortes previstos. Se trata de un consejo plenario extraordinario que tendrá lugar antes del ordinario, que se hace los últimos viernes de mes (en julio se adelanta por las vacaciones). Es probable que en el pleno -o antes- el gobierno de Colau intente aportar cifras concretas que rebatan algunos de los anunciados tijeretazos.