Como se esperaba, los grupos municipales del PDeCAT, ERC, Ciudadanos, PSC y PP, que suman mayoría en la corporación municipal, han pedido infructuosamente este miércoles la dimisión de la alcaldesa Ada Colau como concejal de Seguridad de Barcelona. También como estaba cantado, Colau, que se encuentra de vacaciones estos días, no ha dimitido y seguirá en su cargo.
La Comisión Extraordinaria de Seguridad fue pedida reglamentariamente tras la agresión a un turista norteamericano por parte de vendedores 'top manta' y otros hechos previos, como peleas, incivismo y la proliferación de seguridad privada en algunos barrios.
Además de pedir la dimisión de la alcaldesa, en la comisión también se ha reprobado la política del Gobierno de Colau en materia de seguridad y civismo, y que el ejecutivo municipal no dé instrucciones claras para hacer cumplir las ordenanzas municipales y "evitar nuevos episodios de incivismo e inseguridad".
La CUP no ha participado -ni votado, por tanto- en esta comisión porque considera que "es un acto de precampaña electoral que no tiene ninguna intención de incidir en las condiciones de vida de los vecinos". El grupo municipal, que había anunciado su ausencia a primera hora de esta misma mañana, propone "acabar con el modelo de ciudad que el ayuntamiento y los grupos de presión han construido conjuntamente, y hacer desaparecer la Marca Barcelona para acabar con el problema de los narcopisos, la violencia estructural y el modelo de ocio de la ciudad".
En cuanto al PP, aunque valoró la comisión como necesaria y también quiere que Colau deje de ser concejal de Seguridad, no apoyó la proposición porque no incluía "ni una sola referencia" a los Mossos d'Esquadra ni exigía más implicación de la Generalitat. Pese a ello, a la hora de la votación, Alberto Fernández se ha sumado a los partidos convocantes.