Las elecciones municipales del próximo mes de mayo supondrán un notorio cambio de caras en el Ayuntamiento de Barcelona. De los jefes de filas de los siete partidos con representación en el pleno, en cuatro de ellos ya está confirmado que los regidores actuales no serán los cabezas de cartel de sus candidaturas. Es el caso de Xavier Trias, Alfred Bosch, Maria José Lecha –ya se fue en junio- y Carina Mejías y, muy probablemente, a estos nombres se sumará el de Alberto Fernández Díaz. Con este panorama y, con los datos de que se dispone ahora, solo se volverán a presentar Ada Colau y Jaume Collboni.
El proceso independentista, la irrupción de Manuel Valls y la más que discutible gestión del gobierno de Colau, con los índices de delincuencia disparados en la ciudad, los precios de las viviendas inaccesibles y la aplicación de recortes en las inversiones municipales por una falta de previsión en los ingresos, han revolucionado el panorama político barcelonés. Si hasta hace cuatro días nadie cuestionaba el resultado de unas primarias, ahora mismo nada ni nadie puede garantizar que no se vayan a producir más cambios en las candidaturas o aparezcan nuevas listas para los comicios del 26 de mayo de 2019. El cambio de casi todos los jefes de los partidos comportará también que otros regidores tampoco repitan ni buena parte de los equipos.
CONSTITUCIONALISTA Y EXALCALDE
El aterrizaje en Barcelona del exprimer ministro francés para encabezar una plataforma transversal con el apoyo de Ciudadanos ha cambiado por completo las estrategias de los partidos. Valls es un candidato potente, mediático y cuenta con un importante respaldo económico. Constitucionalista y muy crítico con el proceso independentista, Valls tiene a su favor su amplia experiencia –incluso en el ámbito municipal, ya que durante más de una década fue alcalde de Évry, una ciudad cercana a París-, mientras que en su contra está, por ahora, el escaso conocimiento de los problemas, a pie de calle, de Barcelona.
El exministro galo de Interior no se presentará bajo las siglas de Ciutadans. Apuesta por una lista transversal, en la que podría tener cabida gente de la sociedad civil y del socialismo catalán. Valls también se ha acercado, los últimos meses, al catalanismo moderado de Lliures y ha fichado para su equipo a exasesores del alcalde Pasqual Maragall. El barniz propio y catalanista que Valls ha dado a su candidatura -incluso un discurso de ciudad más que identitario- no ha gustado en Ciutadans. Parecía que Valls se alejaba del color naranja, pero estos últimos días, coincidiendo con el aniversario del 1-O, Valls ha rescatado su verbo más anticatalán. Fuentes de Ciutadans han explicado a Metrópoli Abierta que se han retomado las negociaciones y que esperan que las relaciones se puedan reconducir.
MEJÍAS, LA DAMNIFICADA
La gran damnificada de la llegada de Valls puede ser Carina Mejías. La actual líder de Ciutadans en el Ayuntamiento tiene los días contados. Valls ha anunciado una renovación del equipo electoral y en distintas ocasiones ha dicho que no cuenta con el actual grupo municipal. Si bien es cierto que oficialmente, ni Albert Rivera, ni Inés Arrimadas, ni el propio Valls, han dicho que Mejías no vaya ir en la lista, parece muy poco probable que Carina repita y habrá que buscarle un nuevo puesto acorde con los servicios prestados.
Otro que se va a casa es Xavier Trias. El exalcalde termina su cuarto mandato en el Ayuntamiento –tres en la oposición y uno en el gobierno-. La exconsellera Neus Munté ganó las primarias en el PDeCAT y oficialmente es la candidata a la alcaldía, pero las maquinaciones del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo podrían impedir. Este otoño echará a andar el partido soberanista La Crida per la República, que impulsan el propio Puigdemont, Quim Torra y Jordi Sànchez (ANC), y que de presentarse por separado restaría mucho protagonismo y votos al PDeCAT. Munté no es la candidata de Puigdemont, que prefiere a Ferran Mascarell, exconcejal socialista y exconseller de Cultura. En el seno del PDeCAT, La Crida o Junts per Catalunya, vamos, lo que antes era la Convergència de toda la vida, las espadas vuelan alto y las relaciones no pasan por el mejor momento... Ni siquiera en el Govern de la Generalitat.
MUNTÉ Y MASCARELL
Sin embargo, hace pocos días, Munté y Mascarell escenificaron un pacto de no agresión y en una comparecencia conjunta explicaron que trabajan por una lista soberanista ganadora para Barcelona. Dicen contar con el apoyo de Sànchez y de Quim Forn, ambos en prisión preventiva, lo que hace casi imposible que ninguno de ellos pueda ir en la candidatura. Munté y Mascarell hicieron un llamamiento a ERC para configurar una lista independentista a la alcaldía. Conseguir la vara de mando de la ciudad se antoja clave para el procés y perfectamente las disputas internas en lo que fue Convergència podrían quedar aparcadas para intentar alcanzar la alcaldía para evitar un segundo mandato de Colau o que Valls pueda gobernar.
En ERC, hasta hace pocas semanas, el candidato era el concejal Alfred Bosch, muy crítico con la gestión de Colau, pero durante las fiestas de la Mercè, ERC se sacó de la chistera al conseller Ernest Maragall (exPSC y hermano de Pasqual) para encabezar la lista republicana. Bosch ganó una primarias, pero ni eso le ha garantizado ser el candidato y ha sido apartado por la dirección del partido. Maragall ha aceptado el reto, aunque por ahora no cuenta con el apoyo de las bases republicanas, molestas en cómo se ha hecho el cambio. A su favor Maragall tiene conocer el Ayuntamiento como la palma de su mano. Durante años, Ernest fue uno de los cerebros de su hermano Pasqual en la Casa Gran. Maragall, un independentista moderado, insiste en que concurrirá bajo sus siglas a los comicios de mayo y que descarta participar en una candidatura soberanista única. Otra cosa son posibles pactos postelectorales entre las fuerzas independentistas o de ERC con Colau, a quien Maragall, nada más llegar, ha tendido la mano.
El tercer vértice independentista lo protagoniza Jordi Graupera. El filósofo y periodista hace meses que quiere organizar unas primarias independentistas con el objetivo de hacer una lista única soberanista al Ayuntamiento. Graupera afirma que este es el modo de parar a Colau y a Valls. Estas primarias se celebrarán en noviembre y diciembre. Graupera ha mantenido conversaciones con Munté, Mascarell y Puigdemont para que participen, pero de momento ni el PDeCAT ni La Crida han confirmado que vayan a tomar parte y ERC no se cansa de repetir que concurrirá con sus siglas. Las últimas informaciones de las que se dispone es el que propio Graupera se presentará. También ha dado el paso el exsecretario de comunicación de la ANC, Adrià Alsina. Las candidaturas se pueden presentar hasta el 31 de octubre y el objetivo es que la lista esté configurada a finales de año. Si uno de los aspirantes logra más del 50% de los votos en primera vuelta, será proclamado candidato. Si no es así, habrá que hacer una segunda vuelta. El resto de candidatos se incorporarán a la lista ganadora por orden de votos obtenidos. Lo cierto es que unas primarias independentistas sin ERC y las diversas escisiones de la vieja Convergència poco sentido tienen.
COLLBONI REPITE
Uno de los candidatos que repetirá de las elecciones de 2015 será el socialista Jaume Colboni. Así lo aseguran distintas fuentes de la ejecutiva del PSC de Barcelona, que descartan que se le esté buscando un sustituto pese a que en los mentideros políticos corren nombres como los del periodista Xavier Sardà, el ministro Josep Borrell o el exalcalde Jordi Hereu. Fuentes socialistas atribuyen estos rumores –que en algunos casos provienen de dentro del PSC- a intentar desprestigiar a Collboni, que en los últimos meses se ha convertido en el regidor más crítico con la gestión del gobierno municipal. A principios de verano, por ejemplo, el PSC destapó los recortes que preparaba Colau por una caída de los ingresos municipales. Desde el PSC, además, se recuerda que Collboni ha superado unas primarias en las que se podían haber presentado otras personas y nadie dio el paso al frente. Oficialmente, Collboni fue proclamado candidato la pasada primavera. Desde el PSC, en reiteradas ocasiones, se ha negado la posibilidad de unirse a la candidatura de Valls.
COLAU, CANDIDATA
La proclamación de Colau como candidata a la reelección todavía no se ha materializado, pero nadie pone en duda de que la alcaldesa, salvo sorpresa mayúscula, se presentará de nuevo y encabezará la lista de Barcelona en Comú pese a que hace unas semanas, coincidiendo con la dimisión de Xavier Domènech como responsable de En Comú Podem, dijo que durante el último año se le había pasado por la cabeza dejar la política. Colau será en las próximas elecciones la candidata a batir. Pese a que dejará la ciudad peor de lo que estaba, su tirón popular y mediático es notable y perfectamente, en unas elecciones con unos resultados que se prevén fragmentados y con pocos regidores por lista, podría volver a ganar.
Probablemente, Colau hará limpieza y la lista electoral de Barcelona en Comú no se parecerá a la de hace cuatro años. Algunas fuentes apuntan que en la próxima candidatura de los comuns ganarán enteros Eloi Badia, Gala Pin y Janet Sanz. Las relaciones entre el marido de Colau, Adrià Alemany, y la pareja de Sanz, David Cid, son excelentes. En el Ayuntamiento también se da por hecho que Gerardo Pisarello no continuará. Colau le ha perdido confianza y algunas voces lo sitúan en las elecciones europeas. Los desplantes con la oposición, la falta de capacidad de trabajo, la nula gestión en los distritos que ha encabezado –donde no se le ve- y el reciente y largo viaje a su Argentina natal, en pleno agosto, con la duda de si las arcas municipales acabaron pagando una parte de un viaje con poco trabajo y mucho tiempo libre, han colmado la paciencia de Colau.
FERNÁNDEZ PODRÍA IRSE
A menos de ocho meses para las elecciones, todavía no se sabe quién será el candidato del PP. El actual jefe de filas popular, Alberto Fernández Díaz, podría dejar la política municipal tras más de 30 años en el consistorio –es concejal desde 1987 con un único parón como diputado en el Parlament entre 1999 y 2003-. Fernández lleva meses dándole vueltas si se presenta o no, pero todo apunta que, a sus 56 años y con las encuestas en contra, dará un paso al lado. Recientemente, el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, descartó que los populares vayan a unirse a la candidatura de Valls, aunque el propio Fernández ha hecho un llamamiento a los constitucionalistas a sumar –en pactos postelectorales hay que entender- para frenar a Colau y al independentismo. Sobre la mesa el PP tiene varios nombres para encabezar su lista a la alcaldía. Entre las apuestas figuran la diputada Andrea Levy y la exministra Dolors Montserrat, aunque en algunos sectores han llegado a plantearse un candidato que sorprenderá a más de uno, el triatleta y bróker Josef Ajram, cuya imagen, con el cuerpo tatuado, no cuadra con el clásico votante del PP.
LA CUP, A OTRO RITMO
La CUP va a otro ritmo y tiene otra manera de funcionar. Lo que está claro es que María José Lecha, que fue su candidata en 2015, no repetirá. Lecha dejó su acta de regidora el pasado junio para iniciar los trámites de jubilación en su trabajo como administrativa en el Hospital de Sant Pau. Actualmente, la CUP tiene tres regidores, de los que únicamente Maria Rovira está desde 2015. A Rovira la acompañan Eulàlia Reguant y Pere Casas, que ha sustituido a Lecha. En principio, los estatutos de la CUP dicen que un cargo público no puede repetir un segundo mandato, pero habrá que ver cómo se interpreta el reglamento en el caso de Reguant y Casas porque ninguno de los dos ha estado los cuatro años en el Ayuntamiento. Algunas fuentes dicen que Reguant podría presentarse como candidata. Si da el paso, la exdiputada tendrá que recibir el aval de la asamblea del partido antisistema para aspirar a la alcaldía.
Las próximas elecciones al Ayuntamiento de Barcelona son muy importantes. En los últimos meses han aparecido en la ciudad distintas asociaciones y colectivos ciudadanos y empresariales, críticos con la gestión de Colau, que, si bien, no formalizarán una candidatura, ejercerán un contrapoder. Es el caso de Moviment Barcelona, un punto de encuentro de fuerzas progresistas y soberanistas, o Nosaltres, Barcelona, que cuenta con el apoyo del Gremi de Restauració y reclama al Ayuntamiento empatía con la economía. Otras de estas iniciativas sí que darán el paso y aspiran a presentarse a las elecciones. Por ejemplo, el pasado 27 de septiembre se presentó Barcelona Com Tu, una plataforma liderada por el abogado Daniel Vosseler, transversal y “con personas de distintas ideologías y profesiones”, que se muestra muy crítica con el gobierno municipal. Para poder formalizar su lista, Vosseler deberá reunir 8.000 avales cuando la Junta Electoral abra el periodo de presentación de candidaturas. Seguramente, el abogado no tendrá problemas en reunirlos. El pistoletazo de salida lo dio en un Casino de l’Aliança del Poblenou a rebosar de gente.