Pese a las continuas protestas de los vecinos por la inseguridad del centro de Barcelona, el gobierno de Ada Colau presume de su política de seguridad. El comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens, ha afirmado este miércoles que en este 2018 se han cerrado 103 'narcopisos' y 51 clubes cannábicos ilegales.

Recasens no se ha atribuido todo el mérito. Lo ha repartido con los Mossos d'Esquadra, que trabajan en operativos conjuntos con la Guàrdia Urbana. En su comparecencia en la comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención, ha recordado que la Junta Local servirá para abordar y explicar la nueva estrategia de coordinación, y también ha anunciado que se reunirá con la vicedelegada del Gobierno en Barcelona.

La comparecencia de Recasens se ha producido en medio de la protesta de los representantes de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que han exhibido pancartas para pedir la dimisión de Colau, Recasens, y del Gerente de Seguridad y Prevención de Barcelona, Jordi Samsó, y para reclamar que no se modifiquen las condiciones laborales de la Guàrdia Urbana.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

En los turnos de palabra de la oposición, el primero en intervenir ha sido Jordi Martí (PDeCAT), quien ha rechazado eliminar la Unitat de Suport Policial (USP): "Si en el próximo mandato podemos participar del Gobierno de la ciudad, si se ha suprimido, la volveremos a poner en marcha", ha garantizado, y ha pedido al ejecutivo municipal que elabore el mapa de puntos negros de seguridad al que se comprometió este martes tras una reunión entre Colau y entidades del movimiento Tsunami Vecinal.

Paco Sierra (Cs) ha asegurado que Barcelona es cada día una ciudad más insegura por la "dejación de funciones" de la alcaldesa, Ada Colau, y ha advertido que la falta de medios para la Guàrdia Urbana se ha traducido en un aumento de la inseguridad, y ha criticado que el Gobierno municipal ha intentado imponer su ideología en materia de seguridad.

El republicano Jordi Coronas ha criticado que el Gobierno de Colau impulsa muchas reuniones pero logra pocas soluciones y que no hay recursos suficientes para afrontar la situación, porque la Urbana y los Mossos están desbordados, según él, que ha recriminado al edil del PDeCAT hacer promesas de cara a las municipales, desde un "marco mental de campaña electoral".

CIUDAD DESGOBERNADA

La concejal del PSC Carmen Andrés ha asegurado que la ciudad está desgobernada y ha afeado al Gobierno municipal la falta de seguridad y prevención, y ha insistido en que Colau y Recasens deben tener una estrategia y un modelo de ciudad que ahora les falta: "Hacen lo que pueden con lo que tienen, pero pedimos que gobiernen la ciudad.

Protesta del sindicato CSIF durante la comisión



Alberto Villagrasa (PP) ha dicho que la ciudad se ha vuelto insegura y varias de sus calles han vuelto a los años 80 por culpa de un Gobierno municipal con "complejos por un pasado activista, 'okupa' y antisistema" que empezó el mandato sin creer en la Guardia Urbana y con buenismo hacia el 'top manta', según él.

Maria Rovira (CUP) ha criticado que Recasens aborde la seguridad desde la perspectiva de los delitos olvidando la desigualdad que hay en la ciudad: "Nos hubiera gustado que se ampliara el modelo de seguridad y se abordara la prevención, sin virar hacia el número y extensión de los dispositivos policiales", por lo que ha afirmado sentirse decepcionada con el Gobierno.

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