La mayoría de los barceloneses opina que la ciudad ha empeorado desde que Ada Colau ganó las elecciones de 2015. El porcentaje de los habitantes que suspende la gestión de la alcaldesa dobla a quienes piensan que Barcelona está mejor que hace tres años, según el segundo Barómetro de Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta.
El gobierno de los Comuns está en crisis, bajo sospecha. Los barceloneses perciben que la ciudad ha ido a peor durante la última legislatura. Y la valoración actual de los ciudadanos es sensiblemente peor que en junio de 2018, en coincidencia con el primer barómetro publicado por este medio. Entonces, el 37,6% de los encuestados afirmaba que la ciudad había empeorado desde la victoria electoral de Colau. En octubre, el cabreo se incrementa: el porcentaje subía hasta el 50,4%.
AUMENTAN LOS DETRACTORES
El incremento de los detractores de Colau tiene continuidad con un notable descenso de los fieles de la alcaldesa. Hace cuatro meses, el 36,6% de los habitantes aseguraba que la ciudad había mejorado desde 2015, cifra que se reduce hasta el 25,9% actual.
Igual de significativos son los resultados entre los ciudadanos que se expresan con mayor rotundidad. En junio de 2018, un 9,5% afirmaba que Barcelona había mejorado mucho en los últimos tres años, cifra que cae hasta el 5,0% en octubre. El estudio demoscópico, por otra parte, refleja que el porcentaje de ciudadanos que sostienen que la Ciudad Condal ha empeorado mucho alcanza ya el 22,3%. A principios de verano se expresaba así el 13,3% de la población con derecho a voto en las elecciones de 2019.
DEL APROBADO JUSTO AL SUSPENSO
En una puntuación de 0 (peor nota) a 4 (nota máxima), los barceloneses califican con un 1,6 de media la gestión de Colau. Cuatro meses antes, la alcaldesa había logrado un 2,0. Es decir, un aprobado justo.
El descontento de los barceloneses con Colau va a más y ya alcanza al 65% de los ciudadanos. En el primer barómetro, los habitantes que abiertamente expresaban su decepción con el actual gobierno municipal era del 57%.
La inseguridad y la suciedad de las calles son los dos temas que más preocupan a los barceloneses, mucho menos críticos con el turismo. La vivienda, por su parte, continúa siendo un problema enquistado en la sociedad barcelonesa.
LOS NARCOPISOS PASAN FACTURA
Los ciudadanos también suspenden a Colau por su gestión de algunos conflictos que amenazan la convivencia en la Ciudad Condal como la expansión de narcopisos, el top manta, la crisis de los taxis, las entradas y salidas de Barcelona y la proliferación de patinetes en la vía pública. La respuesta de la alcaldesa para eliminar los narcopisos incluso es suspendida entre sus votantes.
La falta de seguridad no es una simple percepción de los barceloneses. Uno de cada tres habitantes afirma que ha sufrido algún hecho delictivo desde 2015. Mejor opinión, en cambio, merecen los servicios públicos. Los mejor valorados son los mercados, el metro y el agua. Las peores notas son para la Guàrdia Urbana y la limpieza.
CAMBIO DE RESIDENCIA
La actual inestabilidad política que se vive en Catalunya también pasa factura en la capital, donde aumenta el número de personas que se plantea su salida de la comunidad autonómica. El aumento de los alquileres es el otro gran factor que explica que el 27% de los ciudadanos se plantee un cambio de residencia.
Los resultados obtenidos en esta encuesta del Centre d'Estudis Sociològis sobre el grado de satisfacción y descontento de los barceloneses se han obtenido tras realizar 600 entrevistas a hombres y mujeres de 18 o más años empadronados en Barcelona, con derecho a voto en las elecciones municipales de 2019. El nivel de confianza para los resultados es del 95,5%. El trabajo de campo mediante entrevistas se realizó entre el 8 y el 17 de octubre de 2018.