Ana Ruiz es transexual. Y emprendedora. Y luchadora. Ha tenido que serlo porque nunca lo ha tenido fácil, pero ha sabido superar las dificultades y no dejar de caminar hasta alcanzar su objetivo. Ahora está dispuesta a ayudar a los demás desde un mundo desconocido para ella, la política. Por eso, ha decidido entrar a formar parte de una plataforma ciudadana, Barcelona Com Tu, que aspira a gobernar la ciudad para recuperar la esencia de la Barcelona de todos los ciudadanos.
Su apoyo a este proyecto está motivado por la oportunidad que Daniel Vosseler, líder de la plataforma, le ofrece para ayudar al colecivo LGTBI. “Creo que da una oportunidad a las personas que no somos políticas, como yo, que podemos hablar de historias. Muchos políticos dan ideas, pero no llegan a más. Daniel me ha dado la oportunidad de representar al colectivo LGTBI. De los problemas de este colectivo yo puedo escribir un libro. En este caso, vale más experiencia que estudios”.
VIDA INSOPORTABLE
Embarcada en ese proyecto, Ana tiene como prioridad lograr el máximo respeto para el colectivo LGTBI, un mundo que conoce a la perfección. “Yo estoy más cualificada que cualquier político para llegar a este colectivo. No tengo experiencia en política, pero ahora mismo Barcelona no necesita un partido político, necesita soluciones a una serie de problemas que los que hemos vivido la etapa de los 80 y los 90 no queremos volver a vivir”, afirma categóricamente.
En el Raval tiene sus negocios. Siente que la degradación que ha experimentado el barrio en los últimos años ha hecho la vida insoportable para vecinos y comerciantes y está dispuesta a darle la vuelta como a un calcetín: “En el Raval he tenido algún local que otro, cuando estaba en su momento crítico, y he vivido allí algunas temporadas. Tengo amigos que viven y me aconsejan que ni vaya. Son propietarios de pisos y están intentando venderlos a toda costa, pero nadie quiere vivir allí, entre narcopisos y todo lo demás. No se puede vivir ni siendo mujer, ni transexual, ni hombre. Una mujer no puede andar sola por el Raval de noche y muchas veces ni de día”.
INCIVISMO
Defiende que algunos de los problemas que existen actualmente se originaron con la puesta en marcha de la prohibición de fumar en los locales públicos. “Cuando entró en vigor, los clientes empezaron a salir a la calle a fumar. Y allí creció el fenómeno de los lateros, que les ofrecen cervezas muy baratas, así que hacen ruido, mean, vomitan... Eso ayuda a crear tanto caos en el Raval”.
Y critica que desde el propio Ayuntamiento se dé cobertura a determinadas actitudes incívicas: “No puede ser que haya un colectivo apoyado por el Ayuntamiento que se dedique a la ocupación. Hay muchos pisos ocupados en el Raval y en Gràcia. Y, además, algunos se los paga el Ayuntamiento”.
SOLUCIONES
Las soluciones pasan no solo por la mayor presencia policial, sino por incrementar la plantilla con agentes con mayor experiencia: “No solo tienen que entrar chicos jóvenes, hay que contar con gente de más experiencia. Y ahora, la Guàrdia Urbana y los Mossos están hartos y desilusionados”.
Ana considera que hay mucho que hacer para ayudar al colectivo LGTBI. “Hay mucho trabajo por hacer y los políticos solo se hacen la foto. Yo dijo: señores, menos fotos y más soluciones. Hay que ayudar a las prostitutas a salir de las calles, hay que acabar con el bullying a los homosexuales. Y para ello hay que empezar por los padres, dar charlas a padres y alumnos y educarles para que vean en primera persona el daño que pueden hacer por su ignorancia”.