Construir vivienda social allá donde se pueda. Esta es la última medida a la desesperada adoptada por el Ayuntamiento de Barcelona para llevar cumplir con la promesa estrella de la alcaldesa, Ada Colau. Las duras críticas que ha recibido el equipo de gobierno por la casi nula actividad que ha desarrollado a lo largo del mandato en este aspecto, que acabará con apenas 800 viviendas municipales construidas de las alrededor de 4.000 que se prometieron, le ha obligado a lanzar un proyecto novedoso.
Se trataría de aprovechar los edificios de titularidad municipal en los que la edificabilidad no está agotada, por lo que se pueden construir más viviendas aprovechando las azoteas o los espacios libres en los que se puede instalar una vivienda. Así, el proyecto prevé que se puedan construir viviendas encima de escuelas, mercados municipales, alguna estación de Metro...
PRUEBA PILOTO
Para la puesta en marcha de este proyecto, el Ayuntamiento ha elegido el barrio de Gràcia, según publica el diario El País. En él se va a hacer alguna prueba piloto para comprobar la validez de la propuesta, que ha sido elaborada por un grupo de expertos, que hablan de “repoblación inclusiva”, una forma de aprovechamiento de cualquier oportunidad que detecte al consistorio para construir vivienda social. El proyecto se ha denominando Alojamientos tácticos de repoblación inclusiva (ATRI).
De todas formas, los propios gestores municipales reconocen que no se de puede hablar de viviendas propiamente dichas, sino de equipamientos habitacionales de uso temporal para colectivos con escasas oportunidades de acceso a una vivienda digna.
La intención del Ayuntamiento es construir vivienda no permanente, modular, sostenible y barata, aunque dentro de este modelo han descartado el uso de contenedores marítimos, aunque estos han demostrado su eficacia en construcciones en otros países europeos..
BUSCANDO ESPACIOS
Por el momento, el Ayuntamiento ha puesto en marcha varios equipos que están buscando por toda la ciudad aquellos espacios en lo que sea posible poner en marcha este tipo de construcciones. Bibliotecas públicas, mercados, escuelas municipales... cualquier equipamiento que lo permita puede ser objetivo de este programa.
El problema principal con el que podrían encontrarse es que en muchos casos esos edificios deberían ser reforzados para aumentar la altura edificada y el peso que debe aguantar la estructura, por lo que los proyectos podrían encontrarse con más problemas de los esperados.