Barcelona en Comú no se conforma con presionar al PSC para aprobar, in extremis, su funeraria pública. Según informa Crónica Global, Ada Colau inspeccionó la semana pasada Serveis Funeraris de Barcelona (SFB), el operador mixto, aunque carece de competencias, según fuentes del sector. Paralelamente, los técnicos municipales levantaron acta por supuestos abusos con arreglo a la normativa catalana de consumo.

Eloi Badia, el concejal de Presidencia, Agua y Energía, ha fracasado en su desesperado intento por modificar el voto contrario del PSC. Sin los apoyos políticos necesarios (PDeCAT, Ciutadans y el PP también votarán en contra), el gobierno municipal presentará este martes un informe muy crítico con Serveis Funeraris de Barcelona, empresa participada por el Ayuntamiento (15%) y Mémora (85%).

Badia, el ideólogo de los procesos de remunicipalización de los comuns, presentará el informe a las 17:00 horas, después de trasladarlo al resto de grupos municipales. El número 9 de la lista de Colau en las próximas elecciones municipales contará con el apoyo de un informe de la Síndica, Maria Assumpció Vilà.

LAS DENUNCIAS DE LA OPOSICIÓN

“La legislatura de Colau está acabada y su obra de gobierno es inexistente. Por eso, intentan sacar a la desesperada proyectos fallidos, que no han sabido negociar, que no solucionan el problema. Son unos maestros de la confusión intentando enredar para ver si convencen a otros . Y eso no será con nuestro voto”, sostiene Carina Mejías, líder de Ciutadans en Barcelona.

“Es todo presión política. Están utilizando toda la maquinaria municipal, incluyendo la Síndica y a técnicos municipales, para una iniciativa de carácter político. Barcelona en Comú está desesperada e intenta el chantaje a toda costa”, insiste una fuente de la oposición que prefiere mantenerse en el anonimato.

LAS LECCIONES DE BADIA

Hace un año, la Síndica fue muy crítica con la gestión de Eloi Badia, presidente de Cementiris de Barcelona, y Jordi Valmaña, director general, tras el hundimiento de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc. Entonces, Vilà lamentó la falta de sensibilidad de los representantes municipales y, sobre todo, denunció la falta de mantenimiento del camposanto. Curiosamente, Badia da lecciones ahora de ética y, entre otras cosas, silencia que el Ayuntamiento no ejerció el derecho a veto en el aumento de los precios de los entierros más económicos. En 2016, el gerente municipal, Jordi Martí, rechazó la creación de una comisión extraordinaria para revisar los precios y aseguró que Serveis Funeraris de Barcelona "estaba bien gestionada".

Badia también calla que Cementiris de Barcelona, empresa municipal, tiene el monopolio de la cremación y que obtiene grandes beneficios, año tras año. En total, unos 22 millones en los últimos 10 años.

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