La síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, no acudió en la tarde de este martes a una reunión convocada por el concejal de Presidencia, Eloi Badia, para hablar de la funeraria pública que Colau lleva a pleno este miércoles. El motivo de esta cobra de Vilà hay que buscarlo en varias llamadas de los grupos de la oposición avisándole de una encerrona política del equipo de gobierno para forzar una votación positiva en el pleno municipal a esa funeraria.

Fuentes de los grupos opositores del Ayuntamiento admitieron a Metrópoli Abierta que Badia les convocó “con urgencia a las 4 de la tarde” para hablar de la funeraria. También fue convocada la síndica. “Lo que no nos dijeron es que a las 5 de la tarde, el responsable de Presidencia había convocado una rueda de prensa para vender esa reunión como una cumbre”, aseguran las fuentes citadas. Ante esta circunstancia, varios responsables de los partidos opositores se pusieron en comunicación con Vilà para hacer patente su malestar por la maniobra política de Eloi Badia y trasladarle sus quejas “por la utilización de la funeraria para hacer campaña electoral”.

La oposición se queja de que “Badia ha intentado hacer lo mismo que sus colegas del equipo de gobierno con motivo de la presentación de los presupuestos: convocarnos a una reunión que no existe para luego vender la imagen de una negociación que tampoco existe. Ante esa posibilidad, nos plantamos y dijimos que no estamos dispuestos a que nos utilicen en campaña política. Además, nos habían ocultado que una hora después de esa reunión, tenía previsto dar una rueda de prensa”.

PROTAGONISTA EXCLUSIVO

Fuentes del consistorio señalaron a este diario que “únicamente se había convocado una reunión para hablar sobre algunos temas de los servicios funerarios. Y luego, evidentemente, hubo una rueda de prensa y en esa atención a los medios estuvieron también los grupos de la oposición del PSC y del PP”. En la atención a los medios, no obstante, el único interlocutor con la prensa fue el propio Badia, que salió solo al estrado a responder a las preguntas de los periodistas. Badia señaló que, a raíz de los informes que facilitó la síndica sobre una posible situación irregular sobre los servicios de facturación, se procedió a iniciar una inspección. También se ha iniciado una auditoría para aclarar la contratación.

Se justifica la invitación a la síndica por el hecho de que la actuación municipal se inicia gracias a sus informes y de ahí la relevancia de que pudiese estar presente. En realidad, la síndica sólo detectó dos irregularidades en la contratación, el concejal apunta a que podrían darse diferentes situaciones irregulares, como poca clarificación de conceptos y gastos no bien definidos. El Ayuntamiento pedirá facturas para estudiar el patrón y ver si el expediente sigue adelante.

LAS RAZONES OCULTAS

Pero, según la oposición, todo era una pantomima, ya que el verdadero motivo era “presionar a los grupos de la oposición para que votasen a favor de los dos expedientes que iban a pleno municipal este miércoles. El primero de estos expedientes está relacionado con la venta del 15% de Serveis Funeraris, iniciada en el 2011. El Ayuntamiento quiere culminar la operación de esa venta porque las acciones “hoy en día, están perdiendo valor”. El segundo expediente es la constitución de un servicio público del sector funerario que “ha de permitir dar respuesta a los servicios demandados por la ciudadanía”. La meta es constituir una funeraria pública que pudiese tener 20 salas de vigilia en un plazo de tres o cuatro años. Éste era el nudo gordiano de la cumbre del martes.

Pero tras las protestas de la oposición y los contactos de dirigentes de diversos partidos con la oficina de la síndica, Maria Assumpció Vilà decidió no acudir a la reunión convocada por el concejal, aunque envió a un técnico a la misma. Desde al Ayuntamiento se afirma que “no tenemos constancia de que la síndica en persona fuese invitada a asistir, pero sí confirmamos que vino gente de la oficina de la Sindicatura”.

EL “NO” GARANTIZADO

Por su parte, desde los grupos de la oposición se insiste en que “Badia intentó hacer una envolvente política como con el tema de los presupuestos. Vilà fue lo suficientemente hábil como para entender que lo que había era una maniobra política”. Y, por consiguiente, declinó asistir a la cumbre y enviar a alguien de su oficina.

El interés de la funeraria pública es uno de los grandes fiascos del equipo de gobierno de Ada Colau: a finales de la legislatura, la creación de esa funeraria ha pasado a ser un icono más de la falta de gestión de un gobierno municipal que siempre fue a remolque de las circunstancias, al no tener una mayoría sólida en la que apoyarse. De hecho, el tema no se llegó ni a negociar con los demás grupos municipales. “Ocurrió lo mismo que con los presupuestos: nos entregaron un power point el último día y luego quieren aparentar que lo han hablado con nosotros. Pero en este tema, votaremos no, como ya hemos anunciado porque no vemos claro el expediente y porque no podemos comprometer al futuro gobierno municipal con una decisión tan importante a 60 días de las elecciones locales”.

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