La hemeroteca es, en ocasiones, cruel, muy cruel. En 2010, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera decía que Celestino Corbacho era "el ministro del paro" y consideraba que en cualquier empresa le despedirían con los números que acreditaba. Corbacho por aquel entonces era ministro de Trabajo de José Luis Rodríguez Zapatero y el paro se había disparado en España.
Con los años, la opinión de Rivera sobre Corbacho ha mejorado. O, al menos, eso parece. Este jueves, el candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, ha presentado al exministro Corbacho como uno de los fichajes estrella de su lista. El también exalcalde de Hospitalet será el número tres de Valls. Unas horas antes Rivera, reconocía que mantenía negociaciones con Corbacho para sumarle al proyecto naranja.
CORBACHO Y EL SEPARATISMO
Las declaraciones de Rivera contra Corbacho figuran en una nota de prensa de Ciudadanos fechada el 4 de septiembre de 2010, en vísperas de unas elecciones a la Generalitat, que acabó ganando Artur Mas. Por aquel entonces, el máximo responsable de Ciudadanos era candidato a la presidencia de la Generalitat y aventuraba que Corbacho sería "conseller de la Generalitat -si el PSC sumaba- del tercer tripatito junto a Joan Puigcercós y los que quieren separarnos del resto de España", decía Rivera, para quien José Montilla, que aspiraba a ser reelegido presidente, debía plantearse "si su partido es una agencia de colocación o un partido político".
El ataque de Rivera fue más allá y en aquel momento Rivera consideraba que "Corbacho y Montilla intentan perpetrar la enésima estafa de los votantes no nacionalistas. El PSC pretende seguir engañando a los ciudadanos de Catalunya cuatro años más y seguir utilizando el voto de los socialistas catalanes, que confían en políticas de igualdad y no en políticas nacionalistas, para aliarse con los que quieren separar a Catalunya del resto de España", recogía la nota de Ciudadanos en septiembre de 2010.
PETICIÓN DE CESE
Unos días después, el 13 de septiembre de 2010, era el portavoz de Ciudadanos, Jordi Cañas, el que lanzó los dardos contra el entonces ministro Corbacho y pedía a Zapatero que le cesara: "España, donde hay más de cinco millones de parados, no puede tener un ministro interino, un ministro que no ejerce como tal porque se encuentra de precampaña en Catalunya".