La Guàrdia Urbana ha suspendido algunas de las prácticas de tiro que realizan los agentes después de detectar que, en más ocasiones de las normales, la munición se encasquilla. Concretamente, los ejercicios que no se realizan son las prácticas de tiro dinámicas, es decir en movimiento. La decisión se ha tomado de "forma preventiva y para minimizar el riesgo de manipulación".

La medida figura en una comunicación interna del jefe de la Guàrdia Urbana, Evelio Vázquez, a la que ha tenido acceso Metrópoli Abierta. En la citada nota, fechada el 28 de febrero, Vázquez reconoce que desde este febrero se ha detectado "un aumento de las interrupciones [encasquillamientos] del arma de fuego en relación a las interrupciones que normalmente se pueden producir en las galerías de tiro".

NUEVA PARTIDA DE BALAS

Vázquez explica que el aumento de los encasquillamientos ha coincidido "con el inicio del uso de la última partida de munición de prácticas recibida en la Guàrdia Urbana", subraya el máximo responsable del cuerpo policial, que precisa que las balas empleadas en las galerías de tiro son distintas de las que llevan los agentes en la calle, "que funcionan correctamente". La remesa de munición recibida es de la misma marca y características que la utilizada por la Guàrdia Urbana otros años.

La noticia de los encasquillamientos en las prácticas de tiro de la policía local barcelonesa fue avanzada en exclusiva el jueves de la semana pasada por Metrópoli Abierta tras recoger la denuncia presentada por el sindicato CSIF, que alertó que los encasquillamientos en las armas se producían en un 70% de los disparos y que existe riesgo para la integridad de las personas. 

PROYECTILES CON MENOS PESO

Este jueves, este medio se ha hecho eco del análisis que representantes de los sindicatos de la Guàrdia Urbana han hecho de la situación. El representante de UGT, José Casas, explicaba que ha llegado una remesa de proyectiles que pesaba menos que las anteriores. "La vaina, la parte del proyectil que lleva la pólvora, pesa menos. Esto hace que, en ocasiones, cuando la bala se dispara, la vaina quede en la recámara del arma y ésta se encasquilla", relataba el agente a Metrópoli Abierta. Para Casas y Jordi Gallart, de CCOO, no existe riesgo para los policías. Ambos agentes explican que los instructores aconsejan coger el arma con más fuerza para reducir la posibilidad de que el arma se encasquille.

En el comunicado interno, el jefe de la Urbana dice que el departamento de logística e infraestructuras, el proveedor y el fabricante de la munición ha hecho una evaluación técnica de la munición para comprobar si el aumento de los encasquillamientos detectados "puede ser debido a un defecto de fabricación y la solución", pero la nota no concreta la causa. Y añade que el 27 de febrero se hizo una prueba en la galería de tiro de la Prefectura de Policía con 500 cartuchos y seis armas. En el citado examen, las interrupciones de las armas se movían dentro de los parámetros de la normalidad.

Vázquez recuerda a los agentes la necesidad de usar armilla, protección visual y auditiva y encarar el arma siempre hacia las siluetas. El jefe de la Urbana recuerda también la necesidad de empuñar bien las armas y seguir las indicaciones del instructor en caso de que el arma se encasquille durante los ejercicios. 

Noticias relacionadas