El movimiento okupa sembró el caos por toda Barcelona durante el mandato de Xavier Trias. Con Colau, las manifestaciones violentas han menguado, pero muchos ciudadanos censuran a la alcaldesa que ha sido muy tolerante y permisiva con estos colectivos, según el tercer Barómetro de Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta.

El 61,5% de los barceloneses considera que Colau ha sido muy (30,4%) o bastante (31,1%) permisiva con el movimiento okupa, mientras que un 14,2% estima que lo ha sido en grado medio. En cambio, sólo un 17,3% afirma que la alcaldesa ha sido poco (14,3%) o nada (3,1%) permisiva con estos colectivos antisistema. El 6,9% no se define.

OCUPACIÓN DE PISOS Y LOCALES

Tres de cada cuatro ciudadanos (72,8%), asimismo, consideran que la ocupación de pisos y locales es un problema grave (31,3%) o muy grave (41,5%) para la ciudad. Sólo un 13% sostiene que el problema es poco (9,2%) o nada grave (3,8%) para Barcelona.

Por edades, los mayores de 65 años son quienes tienen una visión más negativo del impacto que la ocupación tiene en Barcelona. Y, por distritos, el problema está muy presente entre los vecinos de Nou Barris (el 61,7% califica el fenómeno de muy grave).

 

Por simpatías políticas, curiosamente, los más críticos con la gestión de Colau en esta materia son los votantes del PSC en 2015. Los porcentajes, en cambio, bajan entre los jóvenes de 18 a 24 años (el 35% opinan que es poco o nada grave) y entre los votantes de BeC (23,2%) y de la CUP (30,4%).

ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDADES

El sondeo también retrata que más de la mitad de los barceloneses (54,2%) conoce en su barrio o en una zona próxima a su domicilio algún caso de ocupación de pisos o locales. El porcentaje es especialmente alto en Gràcia (73,3%), Sant Martí (68,3%), Sants-Montjuïc (65%), Nou Barris (63,3%) y Sant Andreu (63,3%). Los okupas, en cambio, tienen menor incidencia en el Eixample (33,3%) y Les Corts (28,3%).

En la atribución de responsabilidades, el 66,9% de los habitantes señala al Ayuntamiento como principal culpable por las ocupaciones de pisos y locales en la ciudad. Un 7,2% apunta directamente a Colau y un 5,9% señala a la Generalitat.

EL TURISMO

Otro foco problemático en los últimos años ha sido la gestión del actual gobierno municipal del turismo. Demonizado por sectores muy radicalizados, ya no es percibido como un problema real para la mayoría de los ciudadanos. En el tercer barómetro de Centre d'Estudis Sociològics, solo un 13,9% de los barceloneses tiene una visión negativa del turismo, citado en primera mención como gran problema de la ciudad por un 5,3% de los habitantes.

El gran conflicto de Barcelona, hoy, es la inseguridad. Según los últimos datos del Ministerio de Interior, en la Ciudad Condal se registran 500 delitos diarios. El problema se ha multiplicado desde junio de 2018. Entonces, el 18,2% de los vecinos citaba la inseguridad como el gran problema de la ciudad. En octubre, la cifra subió hasta el 48,5%. En febrero se ha llegado hasta el 60,6%.

LA SUCIEDAD SE DISPARA

El otro gran problema de Barcelona es el de la suciedad de sus calles. Los barceloneses perciben que su ciudad está cada día más sucia. Las quejas se han disparado en Sarrià-Sant Gervasi, donde se implementó un sistema de recogida de basura puerta a puerta que suscita muchos recelos.

La inseguridad y la suciedad son, posiblemente, los dos aspectos que la gestión de Colau suscita más críticas. A dos meses y medio de las elecciones municipales, el 64,3% de los barceloneses desconfía de la capacidad de su alcaldesa para resolver los grandes problemas de Barcelona.

Los resultados de esta encuesta de Centre d'Estudis Sociològics sobre el clima de satisfacción y descontento de los barceloneses se han obtenido tras realizar 600 entrevistas a hombres y mujeres de 18 o más años empadronados en Barcelona, con derecho a voto en las elecciones municipales de 2019. El nivel de confianza para los resultados es del 95,5%. El trabajo de campo mediante entrevistas se realizó entre el 4 y el 11 de febrero de 2019.

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