Manuel Valls ha acusado este miércoles a la alcaldesa Ada Colau de haber firmado los desahucios de 32 barceloneses de pisos públicos propiedad del Patronato Municipal de la Vivienda. Según Valls, los desahucios tuvieron lugar en 2017. El exprimer ministro francés ha dado a conocer estos datos en una rueda prensa en la que ha presentado sus medidas en materia de vivienda: 10.000 nuevas viviendas en ocho años. Y para ello ha dicho que será fundamental la colaboración publico-privada.
El candidato ha culpado a Colau de que haya miles de personas que "no tengan una vivienda digna en la ciudad" y ha recordado a la primer edil que "la vivienda es un derecho básico". Según Valls, en Barcelona hay unas 38.000 personas en lista de espera para poder disponer de un piso público -las cifras son muy elevadas desde mucho antes de que Colau llegara a la alcaldía, aunque con ella no han descendido- y otras 472 familias tienen concedida una vivienda de emergencia social en la ciudad, pero no pueden acceder a ella porque no hay casas disponibles. Esta noticia ya fue avanzada por Metrópoli Abierta el pasado diciembre.
"MARAGALL, ELECTORALISTA"
Tras haber acusado de "electoralista" la propuesta de construir 15.000 viviendas públicas en dos mandatos de Ernest Maragall, Valls se ha lanzado a una piscina casi sin agua y ha prometido 10.000 pisos en Barcelona en ocho años. El alcaldable de una plataforma de la que forma parte Ciutadans y Lliures, entre otros partidos, ha subrayado que el 75% de los pisos sociales que se levantarán se destinarán a alquiler social. Valls ha ido más allá y ha asegurado que, junto a los 10.000 pisos en la ciudad, se edificarán otras 10.000 viviendas en el Área Metropolitana de Barcelona. Requerido por este medio sobre los costes, el candidato ha echado balones fuera y ha dicho que dará las cifras más adelante.
Valls ha afirmado que en Barcelona sí hay solares para levantar estos pisos. El alcaldable asegura que el Ayuntamiento dispone de 82 solares en los que se puede construir vivienda pública. Se trata de unos terrenos en los que Colau dice que ya ha iniciado promociones y el PSC se ha cansado de repetir que no se hace nada en ellos. En opinión del exalcalde de Évry, en algunos de estos espacios "ya se podría empezar a edificar hoy mismo".
IMPLICACIÓN DEL SECTOR PRIVADO
Para levantar los 10.000 pisos sociales que ha prometido, Valls ha dicho que la implicación del sector privado es fundamental y ha avanzado que apostará por la creación de sociedades mixtas publico-privadas para levantar las promociones. "Solo la presencia de muchas grúas en el cielo de Barcelona puede evitar que los precios de las viviendas sigan subiendo". El alcaldable también ha declarado su intención de reducir la burocracia para poder construir "más y más rápido".
El candidato a la alcaldía, que también fue ministro del Interior en Francia, ha defendido la necesidad de que Barcelona crezca a lo alto, es decir es partidario de "aumentar la densidad constructiva", como ya han hecho ciudades como París o, más cerca de la capital catalana, Hospitalet. Según Valls, en Barcelona hay 15.000 viviendas por kilómetro cuadrado, mientras que en la capital francesa hay 36.000, y en la ciudad vecina, 23.000.
INSEGURIDAD JURÍDICA
Valls ha anunciado también su intención de finiquitar el acuerdo aprobado por el pleno municipal, a instancias de Colau, de obligar a los promotores de vivienda nueva de destinar un 30% de los pisos a vivienda social. Para el alcaldable, la medida es "populista", ha creado "inseguridad jurídica" y puede frenar la construcción y elevar los precios. Los constructores quieren recurrir la iniciativa de Colau porque, en su opinión, vulnera la ley catalana y estatal.
Valls ha recordado que Colau ha fracasado en materia de vivienda y que de los 4.000 pisos que prometió durante la pasada campaña electoral solo construirá entre 700 y 800. El propio concejal de Vivienda, Josep Maria Muntaner, dio estas cifras por buenas en una rueda de prensa en mayo del año pasado.