El Ayuntamiento de Barcelona ha recortado más de un millón de euros del fondo extraordinario para ayudas puntuales de urgencia social, la cantidad de 2017 fua más alta que la 2018. Además cambió los requisitos de acceso y muchas familias se quejaron porque no tuvieron noticia de estos cambios.
La síndica de Barcelona ha intervenido de oficio y ha analizado el funcionamiento del fondo extraordinario. En julio y noviembre de 2018 Maria Assumpció Vilà recibió varias críticas de familias que protestaron porque el Ayuntamiento les había denegado el acceso a esta ayuda.
El fondo es una partida que el consistorio decidió crear en 2015 y que se dirige a familias con menores de 16 años. Sin embargo, en 2018 se añadió un nuevo requisito: las personas solicitantes debían estar en seguimiento de los servicios sociales y tener un expediente abierto antes del 31 de diciembre de 2017.
DOBLE DENEGACIÓN
Algunas familias informaron a la síndica que con la denegación de la ayuda de urgencia social también se les denegaba la beca comedor de sus hijos. Por tanto, familias y niños que hasta ahora habían dispuesto de beca comedor escolar y ayuda del fondo de urgencia social pasaban a no disponer de ninguno de estos dos apoyos.
Las familias también expresaron que no habían recibido ningua notificación escrita de las denegaciones, las cuales fueron comunicadas vía SMS.
REDUCCIÓN DEL IMPORTE
Después de investigar los importes destinados a estos fondos, la síndica observó que en 2018 se redujo en más de un milión de euros la cantidad del fondo extraordinario. Si en 2017 se destinó una cuantía de hasta 17,6 millones de euros, en 2018 la cantidad se redujo a 16,5 millones. Aun así, la cantidad de 2018 siguió siendo más alta que la de 2016, ya que esta fue de 10,8 millones.
En su respuesta a la solicitud de la Síndica, el Ayuntamiento defendió que aunque la cuantía aprobada para el fondo extraordinario de 2018 se había reducido respecto al año anterior, el total del gasto destinado a cubrir necesidades básicas de subsistencia en 2018 superaba el de 2017.
RECOMENDACIONES
La sindicatura cree que el fondo podría estar produciendo un "efecto perverso", porque promueve la autonomía de las familias, pero después esta misma autonomía les impide volver a acceder a las ayudas y les fuerza a volver a solicitar el apoyo de los servicios sociales, algo que pide revisar la Síndica. Vilà también ha pedido que la denegación se haga por escrito y no sólo vía SMS.
La síndica de Greuges, además, recomienda al Instituto Municipal de Servicios Sociales recordar a las familias cómo optar a las becas comedor.
Vilá también ha destacado "la importancia de no recortar, en ningún caso, las partidas destinadas específicamente a niños y adolescentes y, con especial énfasis, aquellas destinadas a los menores de edad en situaciones más desfavorecidas", y ha pedido replantear los requisitos de acceso a estas ayudas.