La tensión se palpa desde el teleférico. Hay nervios. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el candidato a la alcaldía, Manuel Valls, nunca antes habían pasado tanto tiempo juntos. Es su “primera cita” y saben lo que se juegan. Con el periodista Jordi Évole como testigo, han expuesto sus opiniones sobre distintos aspectos de la ciudad en el último programa de Salvados emitido este domingo y rodado en un lujoso restaurante el Raval, Marea Alta.

Si hay algún tema que se ha convertido en el debate estrella de Barcelona en los últimos tiempos es el de los manteros. “No podemos darles un plus a personas que ocupan ilegalmente el espacio público con marcas falsificadas que perjudican a empresas importantes para Barcelona, que es la capital de la moda y el diseño”, ha defendido Valls.

MÁS MANTEROS QUE ANTES

Los tres protagonistas se levantan y miran por la ventana. Hay manteros en la plaza Colón. “Hemos pasado de 200 a 2.000 en Barcelona”, cifra el político al que apoya Ciudadanos. La alcaldesa, nerviosa, escurre el bulto y replica: “¿Usted ha hablado con ellos?” Para su sorpresa, Valls –con su particular deje francés– responde que sí: “Son senegaleses y compartimos idioma”, aclara. “Y lo sé, viven explotados”, reconoce mencionando también la cooperativa que recibió el año pasado 317.000 euros en ayudas. “Deshumanizas a las personas”, reprocha ella.

El debate ha ido cogiendo fuerza. Contra todo pronóstico, la alcaldesa no ha logrado imponer su relato de gestión y el aspirante Manuel Valls ido ganando confianza y ha demostrado personalidad propia. “Reconozco que la regulación de los pisos de alquiler ilegales se ha hecho bien”, dice dando una lección de humildad felicitando a Colau por su cierre de 5.000 pisos de la plataforma Airbnb. También en materia de vivienda se ha venido arriba. “Si me comparas París con Barcelona te diré que ahí hay un 20 % de vivienda social, aquí solo un 2 %”, desvela recriminándole a la alcaldesa sus promesas electorales de 8.000 pisos. “Si alguien se deja la piel para garantizar el derecho a la vivienda voy a ser yo”, promete ella.

POCOS PUNTOS EN COMÚN

Mientras ambos coinciden en la buena gestión de Pasqual Maragall y que pondrían nombres de calles a artistas como Rosalía o Manu Chao, muestran diferencias en temas como la independencia de Cataluña. La alcaldesa ha destacado –una vez más– que “defiende los derechos fundamentales” y que volvería a colgar el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento y Valls ha dejado claro que hay que luchar contra el nacionalismo y dejar los extremismos de lado.

A propósito de la ultraderecha, Colau le ha mencionado el pacto de Vox con Ciudadanos en Andalucía. "Yo con Vox no pactaría jamás", se desvincula con vehemencia de la formación naranja. “Prefiero no ser alcalde a perder mis convicciones”, puntualiza. 

Colau y Valls juntos en el último programa de 'Salvados' / La Sexta



Sobre la inseguridad –el tema que más preocupa a los barceloneses– Colau pide no generar alarmismo. “Es un problema que está más controlado”, justifica sobre los narcopisos, alegando que la marorredada fue suficiente. Para ella, el problema es que faltan Mossos d'Esquadra, mientras que Valls aboga por empoderar a la Guardia Urbana. “La seguridad no se resuelve solo con policía, se resuelve con una sociedad cohesionada”, salta Colau contra las palabras del exministro de Interior en Francia.

En materia de desahucios también se ha quedado corta la alcaldesa. “Estamos haciendo todo lo que podemos”, ha contestado al “candidato de la élites”. Todo ello sin mencionar sus rifirrafes con la PAH por no aplicar la Ley 24/2015, que contempla que grandes tenedores de inmuebles deban ceder las viviendas vacías que tengan para que se puedan poner en régimen de alquiler social. “Usted ya no es activista”, le recuerda Valls.

DISCREPANCIAS EN EL CAMPO TURÍSTICO

Uno de los momentos más críticos ha llegado con el turismo. El programa de La Sexta ha mostrado unas imágenes con jóvenes haciendo botellón en la playa de la Barceloneta y bebiendo sin control. “No es normal que una regidora (Gala Pin) se refiera al turismo de cruceros como 'una plaga de langostas'”, lamenta Valls. “El turismo tiene que vincularse a la cultura y necesitamos hoteles de nivel”, pide. La alcaldesa, por su parte, justifica que la situación y este modelo de turismo de borrachera ya era así cuando ella llegó.

El debate entre Colau y Valls ha desatado la indignación entre el resto de formaciones que se presenta a las elecciones municipales del 26 de mayo. Ernest Maragall (ERC) considera que tendía que haber sido entre él y la actual alcaldesa. Por su parte, el candidato Jordi Graupera (Barcelona és Capital) ha tratado de contraprogramar sin éxito un debate paralelo. Pero el resto de formaciones le ha dado la espalda. En Twitter se ha viralizado el hashtag #DebateDePerdedores para reclamar la presencia de Jaume Collboni (PSC) en el debate. En cualquier caso, esto solo acaba de empezar.