El PSC pasa por uno de los mejores momentos de los últimos años, electoralmente hablando. Los sondeos que le dan como segunda fuerza en las elecciones generales (algún sondeo ya prevé que incluso puede ganar de nuevo las legislativas, pasando por delante de ERC) repercuten en las expectativas electorales de cara a las municipales que se celebran dentro de poco más de un mes. “Aunque no se pueden echar las campanas al vuelo, es cierto que las previsiones que tenemos son muy halagüeñas y que volvemos a coger músculo tras una larga travesía del desierto”, reconocen fuentes socialistas a Metrópoli Abierta.

Según las estimaciones que hacen desde dentro de esta formación, “Ada Colau debería estar ya por los 14 o 15 concejales y, sin embargo, sigue una tendencia descendente. En estos momentos, no supera los 9 concejales y nosotros estamos casi a la par que Barcelona en Comú (BeC). Eso quiere decir que de aquí a las elecciones aún podemos dar la vuelta al marcador”, advierten las fuentes.

De hecho, el nerviosismo de Colau es máximo. A la falta de gestión de gobierno y a los grandes errores de la pasada legislatura se ha de añadir la desbandada del equipo municipal, en ocasiones por las disidencias internas en las filas de Podemos o de los colauistas y en otras ocasiones por las venganzas personales del núcleo duro de la alcaldesa contra los dirigentes de ICV que trataban de poner seny en la labor de gobierno y que mantuvieron fuertes enfrentamientos con la estructura de BeC más cercana a Colau.

RADIOGRAFÍA DEL MOMENTO

Ante el difícil panorama interno que tiene BeC, el PSC aflora ahora como una “tabla de salvación del voto de izquierdas no independentista”. En otras palabras, aspira a “a ser de nuevo la gran fuerza de la izquierda barcelonesa”. El panorama dibujado por los dirigentes socialistas es claro: “Colau está tocada, Valls está muy tocado, el PDeCAT está condenado a galeras, el PP, condenado a la desaparición… los únicos que parece que vamos viento en popa somos los de ERC y nosotros, que casi nos igualamos ya con Barcelona en Comú. Lo que está claro es que algo está cambiando en el ambiente”.

El PSC cree que la labor que está haciendo su candidato, Jaume Collboni, es clave en esta recuperación. “Nosotros lanzamos propuestas muy concretas y viables en los sectores más importantes de la vida municipal. Ésa es la ventaja del PSC y de Collboni: con la experiencia vivida, nuestro candidato no sólo conoce muy bien la ciudad, sino que se ha rodeado de un equipo ya bregado en los temas locales, un equipo que conoce los problemas y que, además, sabe cómo resolverlos o, al menos, tiene propuestas para ponerles remedio”, apunta a este diario otra fuente de la formación socialista.

Además, los socialistas subrayan que “cada semana planteamos un gran tema de debate. Pero no son ocurrencias, como las de otros candidatos. Son temas muy bien estudiados y planteados, que están trabajados y que tenemos controlados al milímetro”. Con esta estrategia, Collboni consigue dos objetivos fundamentales: primero, visualizar que tiene proyectos, ideas y propuestas de futuro. Y segundo, forzar a que el resto de candidatos vayan detrás suyo, a rebufo. Es una vieja táctica electoral que siempre ha dado resultados positivos.

APOYO DE TODO EL SOCIALISMO

La postulación del PSC como la fuerza de izquierdas municipal, la del voto no independentista, busca desplazar y destronar a Colau oponiendo dos maneras de gobernar y de entender el servicio público. “Es plantear la dicotomía Colau contra Collboni. Es el lazo amarillo contra la apertura de miras. Es el pacto continuo y sin condiciones con el radicalismo independentista frente al diálogo propugnado por el PSC. Es la incapacidad de llegar a acuerdos frente a la vuelta a la cultura del pacto y del acuerdo”.

En esta batalla, además, Collboni podrá contar con todo el apoyo no sólo del PSC, sino del PSOE. La cúpula del partido, con Miquel Iceta y Salvador Illa a la cabeza, participarán activamente en la campaña electoral. Pero también los diputados que salgan elegidos en las generales del 28 de abril. Y muy posiblemente el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se desplace a Barcelona para participar en actos electorales junto a Collboni. En los círculos socialistas no se cansan de repetir que “Collboni quiere ser el Pedro Sánchez de Barcelona, el político que abra el abanico del diálogo y que sea la opción de futuro”. No hay que olvidar que su entronización como alcaldable en las próximas elecciones la hizo, precisamente, el máximo dirigente del PSOE en una visita a Barcelona. Lo que está claro es que desde las filas del PSC no se escatimarán esfuerzos para intentar recuperar la plaza de Barcelona, la más importante de Cataluña y la segunda en importancia de España. Las expectativas, con estos apoyos, son aún mayores.

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