Las elecciones municipales del 26 de mayo son, probablemente, las más importantes para Barcelona en el siglo XXI. La ciudad, hoy, está mucho peor que hace cuatro años tras un mandato muy controvertido de Ada Colau y los Comuns.
Colau opta a la reelección, aunque el gran favorito, según las últimas encuestas, es Ernest Maragall. ERC fue el partido más votado en Barcelona el pasado 28 de abril, con algo más de 200.000 papeletas. La segunda fuerza más votada fue el PSC y Jaume Collboni, su líder en la Ciudad Condal, puede dar el gran golpe después de lograr solamente cuatro concejales en 2015.
Mucho peor fue el resultado del partido morado. Colau se multiplica estos días para retener a muchos votantes descontentos con su gestión. En sus filas, además, se ha producido la fuga, entre otros, de Gerardo Pisarello, Laia Ortiz, Jaume Asens, Gala Pin y Mercedes Vidal. Los primeros tres tenientes de alcalde no forman parte de la candidatura de Colau.
VOTO MUY FRAGMENTADO
Manuel Valls, el candidato independiente que cuenta con el apoyo de Ciudadanos, espera recuperar parte del voto que en diciembre de 2017 fue para Inés Arrimadas. El ex primer ministro francés cotiza al alza.
En el mundo independentista, Elsa Artadi intenta equiparar a Maragall con Colau para atraer al votante conservador. El PP, por su parte, podría quedarse sin representación, por primera vez en la historia. Tampoco lo tendrá fácil la CUP para revalidar los tres concejales actuales. El efecto Vox, mientras, se desvanece totalmente.
A dos semanas y media de las elecciones, empieza la campaña con muchas incertidumbres. El voto, presuntamente, estará muy fragmentado.