Ernest Maragall y Elsa Artadi pugnan por el voto independentista en las elecciones municipales. También Anna Saliente, aunque la CUP podría quedarse sin representación en el Ayuntamiento de Barcelona. Los líderes de ERC y Junts per Catalunya han intensificado sus ataques en los últimos días, escenificando las tensas relaciones entre las dos formaciones.
Los dos grandes partidos independentistas, salvo giro inesperado, no tendrá mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Barcelona. Maragall y Colau parten como favoritos. Algunas encuestas señalan que ERC y Barcelona en Comú podrían sumar 21 concejales, cifra mínima y suficiente para poder gobernar en coalición. Desde hace meses, en Junts per Catalunya critican la buena sintonía entre el Tete Maragall y Colau, convencidos de que Ernest priorizará un pacto de izquierdas a un acuerdo entre los partidos independentistas.
LA EDAD DE MARAGALL
Las diferencias entre ERC y Junts per Catalunya quedaron retratadas en el debate televisivo de Betevé. Maragall arrancó muy dubitativo y Artadi lo hizo con mucha fuerza, mostrándose especialmente crítica con Colau. También ironizó sobre el líder republicano al posicionarse como “el candidato del cambio”, a sus 76 años. “Sencillamente, no es creíble. Barcelona atraviesa una situación muy delicada y necesita soluciones a 20 años vista”, sostiene una persona muy próxima a Artadi.
“Somos optimistas. Todavía hay partido y confiamos en tener unos buenos resultados”, insiste la candidata de facto de Junts per Catalunya. “Las encuestan siempre dicen que gana ERC y la realidad, muchas veces, es distinta. El debate de TV3 será decisivo para todos”, añade otra fuente. En Junts per Catalunya, asimismo, piden a Maragall que se desmarque de Colau, a quien acusan de ser la responsable del deterioro de Barcelona, sobre todo en materia de seguridad y vivienda.
LA VISITA A FORN
En ERC prefieren una campaña más tranquila. Los republicanos esperan repetir la victoria de las pasadas generales en Barcelona. “Somos el voto útil independentista”, sostienen personas próximas a Maragall, de quien destacan su “energía”. El 28 de abril, dicen, visitó cinco colegios electorales por la tarde. “Ni tú ni yo podríamos seguir su ritmo”, añaden en la formación independentista, molestos por las acusaciones de “viejo” lanzadas contra su líder.
“La campaña tan agresiva de Artadi, la verdad, nos ha sorprendido, pero no queremos caer en provocaciones”, insisten en ERC, sorprendidos por las acusaciones de Junts per Catalunya contra Maragall tras su visita a Joaquim Forn, encarcelado en Soto del Real. En su tuit, el alcaldable no hizo mención a la expresión presos políticos. “Como si hiciera falta”, agregan.
La postura oficial esconde un malestar importante. En privado, los republicanos acusan a Artadi de “pija y mimada”. No les gusta su tono ni su talante. Otras fuentes independentistas van más allá y recuerdan que, en el pasado, Artadi no simpatizaba con la causa secesionista.