El candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, ha anunciado que va a presentar su candidatura a la alcaldía de Barcelona. El alcaldable republicano ha asegurado que no quiere ser alcalde “por la aplicación automática de la ley”. Por ello ha insistido en que mantiene su compromiso de seguir negociando con Ada Colau para llegar a un acuerdo de gobierno.
Además, Maragall ha dado un giro en su discurso y ha asegurado que está dispuesto a que Jaume Collboni, candidato del PSC, se siente en la mesa de negociación para permitir el acuerdo de las fuerzas progresistas al que tanto alude Ada Colau.
Aunque ha mostrado sus preferencias por el acuerdo con BeC, Maragall ha afirmado que “no pongo pegas a que Collboni se siente en la mesa de negociación, así veremos cuáles son nuestras diferencias”.
Sin embargo, el propio candidato republicano ha insistido en que en ningún momento se ha planteado la posibilidad de llegar a un acuerdo de gobernabilidad con los socialistas.
CONTRASTAR DIFERENCIAS
El hecho de aceptar ahora el PSC en la mesa de negociación es un claro síntoma de que en ERC ven peligrar muy seriamente sus opciones de alcanzar la alcaldía de la ciudad. Por ello, Maragall ha afirmado que está dispuesto a “escuchar al PSC para saber hasta donde llegan nuestras diferencias”.
Aunque ha insistido en que su propuesta va dirigida especialmente a Colau, Maragall también ha asegurado que no está dispuesto a aceptar “cualquier voto a cualquier precio”. Pero al mismo tiempo ha descartado que la base del hipotético acuerdo debe esta basada en las propuestas que hace su partido ”y a partir de ahí que cada uno haga lo que considere oportuno”.
CONVIDADO DE PIEDRA
La propuesta de Maragall de aceptar a Collboni en la mesa de negociación tiene, aparentemente, más apariencia de querer convertir a los socialistas en un convidado de piedra, aunque necesario, para permitirle alcanzar la alcaldía.
De hecho, el candidato de ERC ha insistido en varias ocasiones que su prioridad es alcanzar un “acuerdo programático” con los comunes, descartando de esta manera que los socialistas entren a formar parte del gobierno.
La ruptura de negociaciones entre ERC y BeC de hace apenas unos días junto al anuncio de Colau de que presentaba su candidatura a la alcaldía, ha obligado a los republicanos a dar un paso al frente para intentar, en los pocos días que quedan hasta el pleno de investidura, darle la vuelta a la tortilla y recuperar sus opciones de ser elegido alcalde de la ciudad.
PRESOS Y REFERÉNDUM
De todas formas, Maragall ha querido dejar muy claro no está dispuesto a renunciar a algunas de las premisas en las que se ha mantenido firme desde el principio.
Por ello, ha insistido en el tema de la lucha por la “libertad de los presos políticos y del referéndum” como una de las prioridades de su mandato. Esta es precisamente una de las propuestas que han supuesto que las negociaciones entre republicanos y socialistas hayan sido inexistentes desde la celebración de las elecciones, y de que ambos partidos hayan manifestado públicamente su veto al otro.
ÁREAS DE GOBIERNO
El candidato republicano ha afirmado que presentará ante los comunes un acuerdo programático de gobierno y la reestructuración de los órganos de poder del Ayuntamiento.
Maragall ha afirmado que su idea es dividir la estructura de poder del consistorio en seis grandes áreas: Presidencia y Relaciones Internacionales, Cohesión social, Régimen interno, distritos y espacio público y seguridad, Urbanismo y transición energética, Impulso y desarrollo económico, y Educación y cultura.
EL PSC RESPONDE
Laia Bonet, la numero dos del alcaldable Jaume Collboni, no ha tardado en responder a Maragall. Tras el anuncio que ha hecho el candidato de ERC, la portavoz del partido socialista se ha mostrado firme y convencida de los ideales del PSC.
Primeramente ha vuelto a reiterar que el Partido Socialista de Cataluña no piensa ofrecer sus apoyos a ERC. Asegura que el partido retirará la predisposición de abrir diálogo con todas las fuerzas municipales para acordar grandes pactos de ciudad, entre los que se encontraría la restitución de la deuda social de la Generalitat en Barcelona. En cuanto a la investidura, Bonet ha asegurado que la apuesta del PSC sigue siendo un tándem de progreso a favor de la ciudad entre Barcelona en Comú y los socialistas. Y por último ha confirmado que el partido no vetará a Barcelona en Comú en los posibles diálogos que vaya a tener.