El grupo municipal de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ya ha tenido algunas reuniones desde las pasadas elecciones municipales. Y la consigna de su líder ha sido muy clara: “Lo que hay que hacer es gobernar desde la oposición”. Esta ha sido una de las frases más repetidas por el líder republicano. Desde las filas de ERC matizan a Metrópoli que “lo que tenemos muy claro es que no vamos a hacer una oposición pasiva, sino muy activa. Tenemos 10 concejales y somos el gran partido que puede generar una oposición de trabajo permanente. Es cierto que JxCat tiene también experiencia, pero ahora tiene un grupo de cinco miembros. Y Ciudadanos se ha quedado con cuatro, por lo que su margen es mucho más limitado y el gran grupo de la oposición somos nosotros. O sea, los únicos que podemos plantear una oposición dura”.
A nivel interno, se espera que la negociación del cartapacio municipal, que ha de presentarse antes del 15 de julio: ahí se distribuirán las áreas de poder, incluidas las comisiones municipales y será el primer test del talante del nuevo gobierno municipal. En su discusión se verá cómo quiere encarar la legislatura el gobierno de Ada Colau. “En julio ya veremos cómo amarran su estrategia. A nosotros, el duelo nos duró una hora. Cuando terminó, ya nos pusimos a trabajar”.
Pero, a la espera de ese gran marco, los republicanos se van preparando para el futuro. En la reunión que mantuvieron este martes, justamente tras la festividad de Sant Joan, se puso de manifiesto que “hay muchas ganas de hacer cosas. Aunque falta por ver la evolución política del equipo municipal, cómo se configura el gobierno y calibrar sus prioridades, nosotros ya sabemos que vamos a ser muy propositivos”.
SOBREACTUACIÓN DE LOS COMUNES
Reconocen desde ERC que “en estos momentos hay muchos elementos encima de la mesa y necesitamos que primero tomen posesión, pero han de saber que les daremos mucho trabajo a hacer. No nos quedaremos quietos. Es cierto que habrá que ver qué margen nos dejan y qué talante al diálogo adoptarán, pero nosotros tenemos ideas y propuestas y no nos las quedaremos, sino que las lanzaremos”.
Uno de los termómetros que utilizará ERC para calibrar hasta qué punto puede tener margen de maniobra es la discusión del decreto ley que limitará el alquiler, que se realizará en el Parlamento esta semana. Se quejan desde las filas republicanas de que los comunes han estado sobreactuando en materia de vivienda.
“Y siguen sobreactuando. Por ejemplo, cuando salen poniéndose la medalla de haber expropiado un piso a un banco. Se da la casualidad de que la expropiación no ha sido como la venden, sino que es que asumen la gestión durante 10 años y, además, se ha hecho con una ley de la Generalitat”. Se refieren al anuncio del consistorio de Colau de que, por primera vez, una vivienda vacía de un banco pasará a manos del Ayuntamiento durante 10 años, en aplicación de la ley de Emergencia Habitacional de 2016. Hay otros siete procedimientos abiertos por otros tantos inmuebles propiedad de diferentes bancos.
ATENTOS AL PARLAMENT
La actitud de los comunes en el Parlament ante el mencionado decreto ley que regula los alquileres será crucial para posicionarse ante la política municipal en materia de vivienda, ya que En Comú Podem (ECP) no se había mostrado abiertamente en contra de la propuesta del Govern pero ahora se decanta por el no en el Parlament. “Nos interesa mucho observar el vaivén táctico que llevan a cabo, porque han dado giros políticos en esta materia”, subrayan. El decreto se rechazará, previsiblemente, por el rechazo de toda la oposición: Ciudadanos, PSC, comunes, CUP y PP.
Lo que hagan los comunes va a ser diseccionado por Esquerra, hasta el punto de que algunas fuentes aseguran que “dibujará nuestra oposición en el Ayuntamiento”. Y eso es algo más que una advertencia: es un verdadero reto, ya que los republicanos están empatados a concejales con BeC, el partido de la alcaldesa.