Barcelona es un caos. Una ciudad insegura. El pasado fin de semana fue muy violento, con un asesinato en Sarrià, un apuñalamiento en el Carmel, robos de todo tipo en el centro y enfrentamientos entre carteristas y usuarios del metro. Barcelona, la ciudad de los prodigios, parecía la capital de los sucesos.

Sarrià sigue conmocionado por el asesinato que se produjo en la peluquería Spejo’s. El sábado por la noche, un individuo encapuchado entró armado y mató a un hombre tras realizar cinco disparos. Se desconocen los motivos, pero móvil no es económico. El asesino no se llevó nada de la caja y todo apunta a un ajuste de cuentas.

La noche del sábado al domingo también fue apuñalado un taxistas en las fiestas mayores del Carmel mientras intentaba desactivar una pelea en la que participaba su hija. El incidente se produjo a las 2:30 horas tras una discusión entre vecinos del barrio y un grupo de latinos.

DOS VIOLACIONES

Los robos con violencia también han sido habituales en el centro de Barcelona y, al menos, se tienen noticias de dos trifulcas entre carteristas y usuarios del metro.

La semana trágica comenzó con dos violaciones antes del fin de semana. En la playa de Somorrostro, dos ciudadanos suizos violaron, presuntamente, a una joven belga. En el Port Olímpic, la víctima fue una menor. Metrópoli Abierta avanzó que el violador perdió el móvil.

¿Y Colau qué dice? La primera edil asegira que Barcelona tiene un problema puntual con la inseguridad. En privado, no obstante, admite que sus políticas de seguridad han fracasado y todo apunta que Albert Batlle (PSC) será el nuevo responsable de seguridad de Barcelona.

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