Desde que la socialista Núria Marín fue elegida presidenta de la Diputación de Barcelona el 11 de julio, gracias a un pacto entre PSC y JxCat, el lazo amarillo que colgaba del balcón del histórico edificio quedó tapado por el escudo del ente. El martes por la noche la Diputación lo retiró por decisión de Marín, quien el mismo martes aprobó el cartapacio que establece la organización de su equipo, donde figuran vicepresidencias del PSC y JxCat.
La decisión de la Diputación ha avivado algunas críticas. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha explicado en una entrevista a TV3 que su partido ha presentado una moción de censura para que el lazo amarillo vuelva a formar parte de la fachada del edificio. "Me consta que JxCat ha entrado una moción en la Diputación de Barcelona, donde esperamos tener mayoría, para que este lazo, como es nuestra voluntad, vuelva a aparecer en la Diputación", ha afirmado.
A pesar de las claras diferencias entre los socialistas y el partido independentista, Bonvehí ha insistido en la necesidad de pactar con el PSC en la Diputación y, así, evitar un “una colación como en el gobierno de Barcelona”, donde gobiernan los comunes y socialistas.
El lazo que hoy despierta confrontaciones entre los partidos que conviven en la Diputación, fue una herencia de la etapa del predecesor de Marín, el post convergente Marc Castells. Pero, según fuentes de la Diputación, para la actual presidenta los símbolos deben unir y las instituciones deben ser neutrales.