¿Golpe al top manta? La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, podría dejar la seguridad del paseo del Port de Barcelona en manos de empresas privadas. El consistorio  y la autoridad portuaria se encuentran en plenas negociaciones para sustituir el dispositivo de vigilancia que hay actualmente en la zona contra la venta ambulante por vigilantes de seguridad.

Actualmente el dispositivo contra los manteros del paseo Juan de Borbó cuenta con agentes de los Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana y policía portuaria. En este sentido, el incremento de efectivos en esa zona resta personal del cuerpo en otros espacios de la ciudad, motivo por el cual el cuerpo denuncia falta de agentes desde hace años.

“VULNERACIÓN DE LA LEY”

Según avanza Crónica Global, esta es la razón que motivaría a la alcaldesa a contratar personal privado. Además, el sindicato con mayor representatividad en la Guardia Urbana de la ciudad asegura que esta actuación sería una “clara vulneración” de la ley que regula la actividad de las empresas de seguridad privada y señala que se trataría de una “invasión del trabajo que realiza el cuerpo de seguridad de la ciudad.

FORZAR LA LEY

Otras fuentes policiales recuerdan que esta actuación llevaría al consistorio a "forzar la ley" que permite la contratación de seguridad privada. "El consistorio puede contratar vigilantes privados siempre que sea para la vigilancia de una zona delimitada y por un tiempo concreto", detallan, "no pueden patrullar las calles como se tiene que hacer en el puerto".

En esta línea, ponen la alerta no solo sobre la seguridad de los ciudadanos de la ciudad, sino también sobre la de los profesionales contratados. "Si los vendedores ambulantes son capaces de enfrentarse a los guardias urbanos, que son la autoridad en las calles de Barcelona, ¿qué no harán con los trabajadores de una empresa privada?".

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