Ernest Maragall: "Valls casi ha desaparecido de Barcelona"
El líder de ERC ve la forma de Colau de llegar a la alcaldía como un "error político" que va "en contra del interés general de la ciudad"
7 octubre, 2019 00:00Noticias relacionadas
Ernest Maragall estaba convencido de que sería el alcalde de Barcelona tras su victoria en las elecciones del 26 de mayo. La alianza entre los comunes y el PSC, más el apoyo de Manuel Valls, frustró el último reto del líder de ERC, especialmente crítico con el exprimer ministro francés. En la primera entrega de la entrevista concedida a Metrópoli Abierta, Maragall denunció que en Barcelona hay más desigualdades ahora que hace 15 años.
Cuatro meses después de las elecciones municipales, ¿qué cree que hizo mal ERC para no llegar a la alcaldía?
No es que ERC hiciera algo mal sino que fueron otros que tomaron decisiones con la aritmética que les permitía gobernar. Lo único que hizo mal ERC fue no ganar por más margen. No hicimos nada mal. El resultado de ERC en las elecciones fue un resultado extraordinario, histórico. Pero la aritmética es la que es.
¿Se sintió decepcionado o traicionado por Ada Colau por no haber llegar a un acuerdo con ella?
Cada uno toma las decisiones políticas que cree que debe tomar. Pero sigue siendo incomprensible. Es un acuerdo no natural e incoherente con los resultados. La mezcla Manuel Valls-Ciutadans, PSC y comunes no parece que sea una mezcla demasiado coherente en términos de proyecto político. Consideramos que fue un error político que iba en contra del interés general de la ciudad. Recientemente, hemos escuchado a destacados dirigentes socialistas diciendo que se tuvieron que sacrificar para evitar que en la ciudad hubiera un gobierno de ERC. Parece que éste era el motivo principal del acuerdo. Me siento muy honrado de representar a una fuerza que recibe esta especie de excomunión de fuerzas como Ciutadans y PSC.
"La mezcla Manuel Valls-Ciutadans, PSC y comunes no parece que sea una mezcla demasiado coherente en términos de proyecto político"
¿La incorporación de Elisenda Alamany pudo influir en la decisión de los comunes de evitar que ERC mandara en el Ayuntamiento?
Sinceramente, creo que no. No creo que fuera causa ni determinación de nada. Fue un dato más del paisaje. Fue determinante la posibilidad aritmética que permitía que los comunes pudiera retener la alcaldía con un pacto antinatural con Valls. Ahora tenemos un gobierno con Valls y Collboni. A Valls ni tan siquiera le hace falta estar presente porque casi ha desaparecido de Barcelona.
El pasado mandato ya se dio el gobierno de comunes y PSC. Se acabó rompiendo por la aplicación del artículo 155 de la Constitución. ¿Prevé que pueda volver a romperse?
Yo prefiero trabajar. No vamos a esperarnos a que salgan las contradicciones del gobierno sino que iremos presentando iniciativas, propuestas y dar nuestro punto de vista sobre cómo interpretamos el interés general de la ciudad. La idea es transformar esto en iniciativa política con la convicción y la aritmética de que muchas veces sin nosotros no habrá acuerdo posible. En todas las propuestas que necesitan mayorías cualificadas, sin nosotros no hay o es muy difícil que haya. En cambio nosotros estamos en condiciones de articular mayorías alternativas. Ahora bien, si cada contradicción que haya en el gobierno actual acaba convirtiéndose en insoportable, no podemos descartar que se rompa de nuevo. Es una posibilidad. Pero no es estrictamente el objetivo. El objetivo es tener relevancia y coherencia y capacidad de conexión con la ciudadanía, la sociedad civil y con los actores sociales y económicos y tratar de representarlos de la mejor manera.
"Si hacemos bien las cuentas, el independentismo no ha perdido votos. Al revés: más bien ha aumentado"
¿Por qué las fuerzas independentistas han perdido representación en el Ayuntamiento de Barcelona?
Si hacemos bien las cuentas, el independentismo no ha perdido votos. Al revés: más bien ha aumentado. Si miramos el número de concejales, es evidente que el independentismo ha caído, pero si analizamos el número de votos, vemos que hay muchos, los de la CUP y Jordi Graupera, sin representación en el Ayuntamiento. Según la lógica de la coherencia progresista, ERC debería estar gobernando en Barcelona. Tenemos un buen proyecto de ciudad. Hagan bien los números y verán que el independentismo ha crecido.
¿Usted no comparte, como dice Valls, que Barcelona ha sido la primera derrota del independentismo?
Las elecciones municipales del 26 de mayo fueron la primera victoria del independentismo en la capital de Cataluña. Otra cosa ha sido la alianza antinatural entre fuerzas que no pueden compartir un proyecto ni la misma concepción de ciudad como Valls, Ciudadanos, PSC y Barcelona en Comú. Para impedir que ERC gobernara en Barcelona tras ganar las elecciones, han tenido que hacer una suma extraña. No tengo una sensación de derrota. El suyo es el triunfo de la aritmética sobre la voluntad política.
"Si cada contradicción que haya en el gobierno municipal acaba convirtiéndose en insoportable, no podemos descartar que se rompa de nuevo"
¿Cree que Valls podría dar el salto a la política catalana?
¿Lo ha anunciado?
No.
El mapa político en este país está en un terreno de influencias cruzadas. En España, históricamente, ha habido dos grandes partidos, un sistema bipartidista que es algo más complejo en el caso de Cataluña. Ahora estamos regresando al mismo modelo de antes, con los protagonistas cambiados, porque el actor conservador es el PSC y el progresista es ERC. En los últimos años han emergido nuevas fórmulas como Podemos y el nacionalismo moderado busca el espacio de la antigua Convergència, con tres o cuatro formaciones en las que podría encajar Valls.