La oposición municipal pedirá explicaciones a la alcaldesa, Ada Colau, de porqué se dieron órdenes de no intervenir en los operativos policiales puestos en marcha por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado las pasadas semanas para controlar las violentas manifestaciones independentistas. La órdenes salieron en forma de correo electrónico de la cúpula de la Guardia Urbana y se enviaron a los responsables de los distritos, que las transmitieron a los operativos que tenían bajo su mando, tal y como ha publicado Metrópoli Abierta.
Fuentes internas del Ayuntamiento señalaron a este diario que “las órdenes partieron de los equipos políticos del consistorio. No fue una decisión de la policía local”. El motivo de esa comunicación era el pánico de la alcaldesa de que se publicase alguna foto en la que se pudiese ver a un guardia urbano encarándose con un manifestante.
Paco Sierra, portavoz del grupo municipal de Ciudadanos y responsable del área de Seguridad, señaló a Metrópoli Abierta que su partido pedirá explicaciones sobre este tema a la alcaldesa. Será en la próxima Comisión de Presidencia, que se celebrará a mediados de este mes de noviembre. “Queremos saber porqué no intervinieron los antidisturbios de la Urbana, ya que tenemos un equipo especializado en estos temas”, subraya el concejal.
MÁS DE 100 EFECTIVOS
La antigua Unitat de Suport Policial (USP), ahora reconvertida en la Unidad de Refuerzo para las Emergencias y la Proximidad (UREP) tiene todavía más de 100 efectivos, ya que no se llegó a desmantelar, tal y como era la intención del equipo de gobierno de Barcelona en Comú (BeC). “Colau los quería disolver, pero aún continúan. Además, tienen formación para los temas de algaradas públicas y lo hacen de forma exclusiva”, explica Paco Sierra.
Esta unidad efectuó su último servicio en materia de orden público con motivo de una visita del Rey Felipe VI a Barcelona. El Monarca tuvo un acto con la patronal de Fomento del Trabajo y los antidisturbios de la Guardia Urbana se encargaron de crear un pasillo de seguridad en Via Laietana, con el objeto de garantizar la seguridad de los ciudadanos.
UNA BRIGADA TAMBIÉN AUSENTE
La Policía local barcelonesa, no obstante, tiene también una Brigada de Investigación. Sus miembros suelen infiltrarse en manifestaciones para recabar pruebas sobre los alborotos. De hecho, los policías no practican ni siquiera detenciones, sólo obtienen pruebas de los destrozos causados para luego poder reclamar a sus autores. Estos agentes indican, en ocasiones, a los Mossos d’Esquadra o a la Guardia Civil -que también tiene sus agentes distribuidos- a los responsables de los disturbios para que sean detenidos sobre el terreno. En otras ocasiones, los identifican a través de fotografías o vídeos.
Con ocasión de los disturbios de las últimas semanas, esta unidad tampoco actuó en Barcelona, a pesar de que se han producido los disturbios más graves en décadas. La inactividad del Ayuntamiento contrasta con la hiperactividad que impregna el consistorio incluso en ocasiones en las que el Ayuntamiento no es arte ni parte. “Queremos que nos explique el equipo de gobierno porqué no se hizo nada con ninguna de las dos unidades que podrían haber apoyado a los Mossos d’Esquadra y a la Policía Nacional”, enfatiza Sierra.
CÓMO SE CONTABILIZAN MANIFESTANTES
Ciudadanos también dirigirá un ruego a la alcaldía para que expliquen “cómo cuenta el Ayuntamiento la asistencia a las manifestaciones, tanto en lo que respecta a la superficie como a la densidad. No cuadra que el sábado cifrase en 350.000 las personas asistentes a una manifestación y el domingo cifrase en sólo 80.000 los asistentes a otra que no fue mucho menor”.
Se refiere el concejal a los cómputos de los manifestantes independentistas del sábado y a los de la protesta constitucionalista del domingo. En la primera, a pesar de las grandes áreas despobladas de manifestantes en las manzanas de calles, fue contabilizada casi toda la superficie como completamente llena o casi llena, mientras que a la constitucionalista se la computó casi vacía excepto en un pequeño tramo. Además, al parecer, se acotó el número de manzanas a computar, por lo que se dejaron de contabilizar miles de manifestantes.