Una única tarjeta monedero aglutinará desde este enero las ayudas económicas que reciben las personas usuarias de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona. Las familias que podrán beneficiarse de este servicio son unas 16.000 y el importe económico rondará los 19 millones de euros.
La iniciativa, impulsada por el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), tiene el doble objetivo de simplificar y reducir el proceso burocrático que hay intrínseco en la concesión de prestaciones, y potenciar la autonomía y reducir la estigmatización de las personas usuarias.
La nueva tarjeta simplificará en una sola hasta tres tipos de tarjetas similares que se han utilizado hasta ahora, como la tarjeta de Fons d'Infància, la B-Mincome, y la actual tarjeta de alimentación, de manera que se vinculará en un único punto las ayudas que se concedan a la misma unidad familiar.
Se podrá utilizar para comprar productos que cubren necesidades básicas como pueden ser alimentos, ropa, calzado o material escolar, y se podrá usar en cualquier establecimiento que venda este tipo de productos y que tenga un datáfono. Además, también se podrán pagar matrículas docentes, recibos y otros tipos de abono, informa Europa Press.
La tarjeta no permitirá sacar dinero en efectivo, será nominal --solo podrá ser usada por la persona titular--, se podrá recargar tantas veces como sea necesario, consultar el saldo restante y habrá que renovarla una vez caduque.
"UN SISTEMA MÁS COMUNITARIO"
La comisionada de Acción Social, Sonia Fuertes, ha subrayado que esta iniciativa permite transitar hacia un modelo "más humanizador y menos estigmatizante de los servicios sociales", que pone los derechos de la ciudadanía en el centro, y ha asegurado que es un cambio en el que se profundirá y que se irán presentando nuevas herramientas.
"Se debe entender la tarjeta como un mecanismo que nos permite profundizar hacia un sistema que cada vez debe ser más transformador, más empoderador de la persona, y menos asistencialista y paternalista, incluyendo una dimensión comunitaria", ha destacado.
REDUCCIÓN DE LA BUROCRACIA
La gestión irá a cargo de la Oficina de Prestaciones Sociales y Económicas, que desde su puesta en marcha en diciembre del 2017 ha permitido a los Servicios Sociales simplificar la burocracia y dotar de más autonomía a las personas usuarias, y ha atendido en el último año alrededor de 15.000 personas.
Así, la puesta en marcha de la tarjeta se enmarca en las acciones contempladas en el Plan de Acción Impulsem! que tiene como objetivo modernizar y agilizar la gestión de los Servicios Sociales municipales.