El Ayuntamiento de Barcelona creará durante los próximos tres años 80 nuevas plazas para alojar a personas sin hogar, que provendrán de la ampliación del programa municipal 'Primer la Llar', que ya cuenta con 68 pisos. Son nuevos alojamientos temporales con apoyo social para mujeres y familias monomarentales y diez plazas más con apoyo económico del consistorio en la futura Llar Rosario Endrinal, que se está construyendo en el Centre Assís.
En una rueda de prensa este lunes, la teniente de alcalde de Derechos Sociales de Barcelona, Laura Pérez, ha dicho que esta medida de gobierno contempla un gasto anual de 600.000 euros que se sumarán a los 35 millones de euros que ya dedica el Ayuntamiento para hacer frente al sinhogarismo. Y, adicionalmente, una inversión de 1,2 millones para incorporar la perspectiva de género en la remodelación y mejora de equipamientos ya existentes.
VISIBILIZAR EL SINHOGARISMO FEMENINO
La medida quiere visibilizar que la exclusión habitacional es distinta en las mujeres: solo son un 13% de las personas que duermen en la calle pero viven situaciones de sinhogarismo, abuso e infravivienda que pasan inadvertidas: "La falta de visibilidad del sinhogarismo femenino ha comportado que el diseño de los centros haya sido androcéntrico o que no se hayan tenido en cuenta sus necesidades específicas en seguridad, intimidad, higiene y privacidad".
Las mujeres soportan más situaciones de infravivienda, abusos y violencia que los hombres antes de quedarse en la calle y, cuando llegan a una situación de sinhogarismo, lo hacen con mayor deterioro físico y emocional, y Pérez ha insistido en que la proporción de mujeres que viven o han vivido en la calle y que han sufrido algún tipo de violencia es mucho más elevada que la de los hombres.
80 NUEVAS PLAZAS PARA MUJERES
Según el informe Qui dorm al carrer a Barcelona?, del total de 2.452 personas detectadas por equipos municipales durmiendo en la calle en 2018, solo 329 eran mujeres, y el Ayuntamiento calcula que, actualmente, en los recursos residenciales municipales hay plazas para unas 300 mujeres, lo que representa cerca del 25% del total, si bien Pérez ha dicho que, en cambio, las mujeres son mayoría en recibir ayudas de los servicios sociales.
Las 80 nuevas plazas para mujeres se añadirán a las 2.170 plazas estrictamente municipales y de la treintena de entidades sociales que forman la Xarxa d'Atenció a Persones Sense Llar (Xapsll), unas plazas que, según la concejal, ya han crecido en más de 300 durante el pasado mandato en el marco del Plan de lucha contra el Sinhogarismo de Barcelona 2016-2020, lo que representa un incremento del 81% respecto a las plazas de hace una década.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
La medida también quiere hacer un mejor diagnóstico del sinhogarismo femenino en la ciudad, por lo que creará un nuevo sistema de recogida de información para conocer mejor su trayectoria de exclusión residencial y la relación de las mujeres con los servicios municipales de atención a personas sin hogar, con entrevistas en profundidad tanto a personas usuarias como profesionales, según Pérez.
También se colaborará con la Generalitat para prevenir el sinhogarismo de personas que salen de la cárcel y con el Gobierno español para tomar medidas en el ámbito de las políticas laborales, migratorias, de vivienda, de igualdad y de protección social para revertir la actual tendencia hacia una "mayor precariedad", y que se sumarán a una mejora de la atención en el Programa Municipal d'Atenció a les Persones Sense Llar con las opiniones de las usuarias.
En espacios ya existentes, el consistorio creará espacios "no mixtos y de mayor confort" en los Centres de Primera Acollida (CPA). Reforzará servicios de atención a víctimas de violencia machista y su relación con el sinhogarismo, establecerá protocolos para casos de violencia machista y creará grupos de mujeres en los centros residenciales y de día, y dará prioridad a las mujeres en el programa Primer la Llar y otros alojamiento, lo que supondrá un aumento de 181 plazas.
EL CASO DE GEMMA
Gemma, que ha vivido 12 años en la calle y ahora vive en un piso del Ayuntamiento del programa Primer la Llar, ha relatado que en los albergues hay pocas plazas para mujeres: "Cambia mucho tener tu espacio, en lugar de estar en el Aeropuerto o en una estación.
Me robaron la medicación y el móvil. Ahora me he recuperado y tengo a un perrito", y ha dicho que en los albergues debía compartir espacios con los hombres como las duchas.
"Cuando dormía en la calle, me cortaba el pelo y me ponía ropa de hombre para ocultar que era una mujer. Tienes miedo a que te violen. Pasamos situaciones muy graves en la calle. Hay mucho abuso", ha reflexionado Gemma, que insistido en que los centros no están diseñados para que las mujeres tengan privacidad y que hay mucho miedo a sufrir situaciones incómodas con el resto de hombres que se alojan en ellos.