El gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni dan un nuevo sablazo a los bolsillos de los barceloneses. El pleno municipal ha aprobado una nueva tasa, la de residuos, que se empezará a cobrar esta primavera -seguramente en mayo- en el recibo del agua. Barcelona en Comú, PSC y ERC han avalado la puesta en marcha del recargo, mientras que Junts per Catalunya, PP, Barcelona pel Canvi y Ciutadans han votado en contra.
La nueva tasa significará que unos 557.000 hogares de la ciudad, un 73,3% del total, pagarán entre 27 y 51 euros al año, lo que supone entre 2,25 y 4,25 euros mensuales. Para el concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática, Eloi Badia, que ha defendido la propuesta, es un primer paso hacia una tarifación más justa para acabar pagando en función de lo que se recicla. El punto de salida de la tasa se marcará a partir del consumo de agua de cada domicilio: "El consumo es un buen indicador para aproximarse a la cantidad de residuos generados".
La regidora de Junts per Catalunya, Francina Vila, ha definido esta tasa como "recaudatoria". "Ahora pagarán lo mismo los que reciclan que los que no lo hacen", ha apuntado Vila, partidaria de una fiscalidad basada "en la generación de residuos" en lugar de hacerlo en base a la recogida. Aunque ERC ha avalado el tributo, el concejal Jordi Coronas ha defendido también aplicar lo más rápidamente una tasa personalizada, en función en la generación de residuos de cada domicilio, "para que sea más justa".
COBRO INJUSTO
Más dura ha sido la edil de Ciutadans, Luz Guilarte, que ha criticado que ahora se pone en marcha una tasa que afecta por igual a todo el mundo. "Lo que aprueban es sacar 41 millones más de los bolsillos de los barceloneses. Hay que generar tasas en función de la generación de residuos. No se puede aplicar una tasa general como ésta. Van a cobrar injustamente por algo que no sabemos si van implementar".
El jefe de filas del PP, Josep Bou, ha dicho estar a favor en el fondo, pero no cómo ni cuándo se quiere hacer. "Presentan una tasa que se añade a un hachazo fiscal -en referencia al aumento masivo de impuestos y tasas municipales". Para la representante de Barcelona pel Canvi, Eva Parera, lo que se aprueba es una tasa en construcción. "Será una tasa muy injusta con los que más reciclan". El partido de Manuel Valls está de acuerdo en aplicar la tasa, pero cree que ahora la ciudad no está preparada para distinguir el volumen de reciclaje de cada casa.