Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, ha hecho un nuevo ejercicio de demagogia al informar de los nuevos precios de los servicios funerarios en plena crisis por el coronavirus. El también presidente de Cementiris de Barcelona (CBSA) ha recalcado que ha pedido al Govern que el coste máximo de un servicio básico sea de 2.450 euros, impuestos incluidos, una cantidad sensiblemente inferior a la que se estaba cobrando a las personas sin un seguro. Badia, sin embargo, ha silenciado que la rebaja solo afecta a los operadores privados y que CBSA mantendrá los 550 euros que cobra actualmente por un entierro o una cremación. Los 1.900 euros restantes son los que deben percibir operadores privados como Mémora y Áltima.

“Badia pretende que la empresa pública mantenga los ingresos y traslada toda la parte social a los operadores privados”, denuncian fuentes del sector funerario. En su comparecencia en el Ayuntamiento de Barcelona, Badia ha asegurado que había trasladado previamente su propuesta a Mémora y Áltima. El suyo fue un “sí” casi imperceptible, con la boca pequeña, y negado por los operadores privados: “No es cierto. No ha contado con nosotros para nada antes de hacer su anuncio”.

EL DECRETO DE LA GENERALITAT

Después del anuncio de Badia, Mémora ha notificado, a través de un comunicado, que la Generalitat “ha impulsado, a fecha de 27 de marzo de 2020, un nuevo Decreto Ley que aboga por un modelo funerario de colaboración público privada y que tiene como principal objetivo evitar que se repita el colapso que se ha producido en la capital española esta última semana”.

El comunicado de Mémora añade: “El Decreto Ley impulsado por el Ejecutivo catalán garantizará que el servicio prestado en Cataluña responda al modelo ya existente en Barcelona, un modelo de colaboración público privada referente en el Estado por su excelencia en el servicio y su alta capacidad de respuesta, liderado por el operador funerario de Barcelona, Serveis Funeraris de Barcelona (participada por el Ayuntamiento de Barcelona y Mémora). El modelo de servicio funerario de Barcelona responde a la voluntad de aunar los esfuerzos de todos los agentes implicados y afrontar la complejidad de la situación actual de forma conjunta”.

MESA DE COORDINACIÓN

Mémora explica que, desde el inicio de la crisis, “impulsó la creación de una mesa de coordinación con agentes del sector funerario, social y de la administración pública, que ha permitido monitorizar e ir adaptando los protocolos de seguridad al contexto de la pandemia.

El operador privado priorizó “una coordinación directa con los hospitales” de Barcelona “para agilizar la recogida de los difuntos, contribuyendo así a evitar el colapso de la red de hospitales y a descongestionar el sistema público”. Mémora, asimismo, asegura que reforzó sus "equipos logísticos, la atención directa a las familias y un servicio telemático de contratación”.

QUINTO HORNO CREMATORIO

Serveis Funeraris de Barcelona, el mayor operador funerario de Barcelona, también informa de que tomó la decisión "de cerrar al público el tanatorio de Collserola con el fin de acondicionarlo para una posible situación excepcional que pueda recordar lo acontecido en Madrid esta última semana”.

El tanatorio de Sancho de Ávila, gestionado por Mémora, en Barcelona



En su comparecencia, Badia también había destacado que el Ayuntamiento de Barcelona pondrá en funcionamiento un quinto horno crematorio ante la gran cantidad de cadáveres que se acumulaban por la pandemia del coronavirus. Para reforzar el personal de Cementiris, el Ayuntamiento ha echado mano de los bomberos.

MUCHOS BENEFICIOS Y POCAS BONIFICACIONES

La proclama de Badia a favor de regular a la baja los precios contrasta con los datos de Cementiris de Barcelona. Según informó el viernes Metrópoli Abierta, la empresa municipal que preside Badia solo bonifica el 2% de los servicios funerarios en los últimos años. En 2017, CBSA gestionó 16.141 servicios y solo 329 fueron bonificados o gratuitos. En 2018 tuvieron bonificación o estuvieron exento de pago 385 servicios de los 15.470 que prestó la compañía. En los últimos 10 años, Cementiris de Barcelona ha promediado unos dos millones de euros anuales de beneficio.

El Ayuntamiento de Barcelona, por otra parte, cobró el lunes 23 de marzo la tasas de cementerios a los barceloneses, en plena pandemia del coronavirus. El precio de los tributos en 2020 se ha doblado respecto al año anterior.

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