La empresa pública Barcelona Serveis Municipals (B:SM) aplicará dos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectarán a 973 de los 1.338 empleados que tiene la compañía. Las razones de estos expedientes son dos: por un lado, un ERTE se aplicará por razones de causa mayor, es decir, derivado de la entrada en vigor del estado de alarma por el Covid-19. El otro es por causas productivas. En un caso, se debe a que algunas de las instalaciones que gestiona B:SM han tenido que cerrarse al público y, por tanto, no generan ingresos. En el otro, se producen cambios en la demanda y la actividad baja de modo importante.

Los dos ERTE's han sido pactados con el comité de empresa y es el primero que se activa desde el Ayuntamiento de Barcelona. Fuentes de B:SM consultadas por Metrópoli Abierta explican que el interés de la compañía y del comité ha sido “asegurar la continuidad de los puestos de trabajo más allá del Covid-19, preservar las condiciones laborales y seguir llevando una buena gestión de los recursos públicos”.

Estas fuentes recalcan que los expedientes han sido necesarios, ya que desde el inicio del confinamiento se han pagado religiosamente los salarios de todos los empleados. “En el Zoo, por ejemplo, los trabajadores se han dividido por retenes y se ha de seguir con el mantenimiento de las instalaciones y con las actividades que se realizan diariamente con los animales. Pero las instalaciones están cerradas al público, por lo que no hay ingresos. Y lo mismo ocurre con el Parque de Atracciones del Tibidado. En la estación de autobuses de Barcelona Nord, en cambio, hay alguna actividad, pero ésta ha bajado en más de un 90%. De hecho, desde el estado de alarma, las actividades que gestiona B:SM han bajado entre un 91 y un 100%”, explican un portavoz de la empresa.

LOS SERVICIOS QUE GESTIONA B:SM

B:SM es la compañía que gestiona esos dos espacios, pero también otros tan emblemáticos como el Parc Güell, el Palau Sant Jordi, el Parc del Fòrum, el Bicing, los aparcamientos municipales, la Grúa Municipal, las áreas verdes, la estación de autobuses de Barcelona Nord, los puntos de recarga eléctricos o el registro de Vehículos de Movilidad Privada (seagway, patinetes, bicicletas y ciclos de más de dos ruedas). Además, de esta empresa depende Cementiris de Barcelona, el cuerpo de agentes cívicos y los permisos de rodaje de películas o anuncios en cualquier rincón de la ciudad.

“La medida de presentación de los ERTE's se ha tomado por razones de emergencia, ya que nosotros somos empresa pública, pero también contamos como empresa de mercado en el Sistema Europeo de Cuentas (SEC) de la UE, por lo que hemos de rendir cuentas económicamente hablando. Por tanto, trabajamos en dos líneas: la que se deriva de los impactos laborales, con la intención de preservar los puestos de trabajo a medio y largo plazo, y la de minimizar el impacto económico”, añaden fuentes de la compañía municipal.

Así, con el comité de empresa se pactó que los 973 trabajadores pueden acogerse a los expedientes y conservarán sus antigüedades, los derechos de vacaciones, las pagas extraordinarias y se les complementará el salario en el caso de que con el ERTE cobren menos.

EL CASO DE LOS AGENTES CÍVICOS

En algunos sectores municipales, no obstante, critican que estos expedientes afecten indistintamente a trabajadores que pueden ser aprovechados. De hecho, el grupo de 79 agentes cívicos se verá afectado. Pero el pasado día 2 de mayo, el consistorio puso en marcha una nueva iniciativa dentro del programa Carrers Segurs, para el que el consistorio pide voluntarios para hacer, precisamente el trabajo de agentes cívicos.

Un correo enviado por el consistorio este fin de semana a sus empleados explicaba que "En estos momentos" les ha surgido una "demanda de colaboración de un nuevo proyecto, Carrers Segurs." Por eso el día 2 de mayo, comenzaba "el programa Obrim carrers per passejada". Con este "las calles abiertas a paseos tendrán una barrera para evitar el tránsito normal de coches, pero sí pueden pasar coches a los aparcamientos, carga y descarga y limpieza (…) Los voluntarios sólo han de pasear y hacer una ficha de observación de situación a lo largo del día. Los horarios son de tres horas: mañana entre las 10 y las 13 horas y tarde, entre las 16.30 y las 19.30 horas". El Ayuntamiento aseguraba que "En estos momentos, son necesarias personas voluntarias para hacer paseos por las calles de los distritos de Sants, Sarrià, Horta, Gràcia, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí·. Y reclamaba a los que estuviesen "en disposición de colaborar" que lo confirmasen "respondiendo al mail con la mayor brevedad posible, indicando el distrito y turno de tu preferencia”.

LA ‘CONTRADICCIÓN’ DEL AYUNTAMIENTO

“Se supone que los agentes cívicos son los que deberían de hacer este trabajo, por lo que es incomprensible que el Ayuntamiento haga un ERTE para mandar a gente a su casa y, por otro lado, utilice a personal no uniformado voluntario para hacer su función”, explica una de las fuentes consultadas.

Desde B:SM se asegura que nadie se puso en contacto con la compañía para pedir personal. “Una parte importante de nuestros agentes trabajan en zonas muy turísticas, como la Sagrada Familia, el Parc Güell, el centro de la ciudad o el litoral marítimo. Pero siempre vamos donde nos dice el Ayuntamiento”. Los críticos con la situación subrayan, en cambio, que “B:SM es una empresa pública y en su consejo de administración está medio Ayuntamiento, por lo que deberían tener en cuenta las necesidades que tienen”.

Una fuente oficial del consistorio, por su parte, explica que la petición de voluntarios se realiza de forma extraordinaria. “Durante el año, se piden voluntarios cuando hay algún gran evento, como oposiciones, la fiesta mayor o campañas urgentes de donación de sangre que piden los hospitales. En movilizaciones muy grandes de gente se requiere la ayuda de voluntarios y ahora no ha sido una excepción. Pero el ERTE presentado en B:SM no tiene nada que ver con estas necesidades puntuales del Ayuntamiento”.

Noticias relacionadas