El Ayuntamiento de Barcelona centralizará en el Centro de Coordinación de la Respuesta Económica (Cecore) los planes de recuperación de la crisis sanitaria, empresarial, social y económica durante, al menos, el próximo año. Desde poco después del inicio del estado de alarma, el consistorio puso en marcha este órgano, que quedó bajo la supervisión del primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni. En él trabajan 36 personas de diferentes ámbitos del Ayuntamiento y su presupuesto es de 25 millones de euros, que serán empleados en ayudas económicas a sectores y empresas.
La estrategia del Cecore tiene tres etapas: la primera abarca las medidas de choque estos primeros tres meses. La segunda, a medio plazo, integra la campaña de verano, la campaña de Navidad y otra de estimulación de la economía y de imagen de la ciudad con motivo del Mobile del próximo año. La tercera es una gran campaña internacional el próximo año.
“Nuestra intención es que la crisis de la demanda no se convierta en una crisis de la oferta, evitar que se destruya tejido productivo, inyectar dinero en la economía y evitar la mortalidad de las empresas, haciendo que éstas se reactiven y se deje de destruir empleo”, explica a Metrópoli Abierta el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni.
TODOS ARRIMANDO EL HOMBRO
El Cecore se nutre de las actuaciones de todos los ámbitos del consistorio, pero también de otros organismos, como gremios, el Consorcio de la Zona Franca o Fira de Barcelona. “Queremos alinear todas las políticas de ciudad para articular medidas de apoyo a los sectores económicos y sociales”, subraya Collboni. Al mismo tiempo, el nuevo órgano se convertirá en un instrumento de propuestas en el marco del pacto de ciudad que el equipo de gobierno ofreció a la oposición la pasada semana.
Y aparte de organismos o sectores productivos, el Cecore contará con otra ayuda de gran importancia: el aporte de consultoras privadas que monitorizarán las previsiones y que ayudarán a tomar medidas para amortiguar los efectos de la crisis. Así, este órgano se convertirá en “la sala de máquinas de la reactivación económica de la ciudad”.
En la concepción del Cecore se tuvo en cuenta la efectividad y por ello se estructuró en dos grandes áreas: un grupo de presupuestos y un grupo de medidas de activación concretas en cada uno de los grandes ámbitos económicos en los que se va a trabajar: empresa, autónomos y emprendeduría; turismo e industrias creativas; mercados, comercio, restauración y consumo; economía social y solidaria; promoción de ciudad y marca; empleo de calidad; reactivación industrial; y deportes y actividad económica.
ALGUNAS MEDIDAS YA SE HAN DEJADO VER
Bajo el manto del Cecore se destinó el fondo de 5 millones de euros (a razón de 300 euros para cada uno de los 16.500 autónomos que pueden beneficiarse de él) que el consistorio repartirá en breve. Y la oferta de flexibilización de las medidas sobre las terrazas de los establecimientos se hicieron también en este marco. “Otra medida es abrir un teléfono 900 para atender las consultas sobre ayudas y medidas no sólo del Ayuntamiento, sino también de la Generalitat y del Estado. Ése será un instrumento muy útil para restauradores y comerciantes, que podrán estar al corriente detalladamente de las medidas fiscales que se ponen en marcha, de los nuevos calendarios y pueden asesorarse si están en dificultades económicas”, añade el teniente de alcalde.
De hecho, los nuevos calendarios fiscales y las medidas para paliar la crisis se han tomado como iniciativas del Cecore: se han alargado los plazos para pagar el IBI y el Impuesto de Circulación hasta julio y se ha retrasado el pago de tasas de terrazas hasta finales del mes de octubre, rebajando sus cuantías y modificando las condiciones.
REVITALIZAR EL COMERCIO DE BARRIO
“Somos conscientes de que los establecimientos que no tienen terraza están en una situación difícil y nuestra intención es simplificar los trámites y lograr que quien la solicite la pueda tener a la mayor brevedad. También queremos apostar por el comercio en ferias en la calle, cuando las medidas del Gobierno lo permitan. Y en cuanto a la cultura, ya veremos cómo se puede hacer. Si no se puede n llenar locales con gente, habrá que habilitar espacios donde sí que pueda ir el público con las condiciones que se exijan. Esa flexibilización es lo que la ciudad necesita”, explica Collboni.
Una de las metas del Cecore es conseguir revitalizar la economía a pequeña escala. O el consumo de barrio, por llamarlo de otra manera. De este modo, en la fase primera habrá una intensa campaña para estimular a los vecinos a que compren en las tiendas del barrio. “Eso es activar la ciudad”, apostilla el teniente de alcalde. En verano, cuando las medidas del Gobierno central lo permitan, se desarrollará una fase dirigida al turismo español, con el fin de atraerlo a la capital catalana. Y el próximo año se prepara la gran campaña internacional aprovechando el tirón del Mobile.