El Ayuntamiento de Barcelona retomará las sanciones a las motos mal aparcadas en las aceras de las calles, una vez la capital catalana entre en la Fase 1 del desconfinamiento. Algo que puede suceder en unas pocas semanas.
Así lo han asegurado en una rueda de prensa telemática este miércoles la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz y la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón.
“Las motos no pueden aparcar en los espacios reservados para las peatones. Es una medida que ha venido para quedarse”, ha asegurado Rosa Alarcón. Concretamente, el importe del castigo será de 100 euros.
LUCHA CONTRA LAS MOTOS
La idea de la coalición de gobierno entre comunes y socialistas es "liberar las motos de las aceras de la ciudad". Por ello, proponen recuperar hasta 43.000 metros cuadrados de aceras y que estos vehículos sean aparcadas en parkings de subsuelo públicos y privados, dando ofertas especiales. Según el Ejecutivo local, eso será posible cuando se llegue a acuerdos con las empresas de aparcamiento. Una cuestión en la que trabaja el consistorio desde hace ya varios meses.
Todo ello forma parte de una campaña del Ayuntamiento para iniciar una actuación intensiva para retirar las motos aparcadas en aceras congestionadas de 24 zonas de la ciudad.
Entre los 24 espacios seleccionados, destacan la avenida Josep Tarradellas entre avenida Sarrià y Rita Bonnat; Via Augusta a la altura de plaza Castelló; la Vila de Gràcia; el paseo Valldaura; la avenida Diagonal entre Puis XII y Maria Cristina; Via Laietana, Consell de Cent, Girona y Rocafort.
¿PAGAR POR APARCAR EN LA CALZADA?
Además, se eliminarán las plazas de aparcamiento en acera, cuando las haya; se instalarán señales de prohibido aparcar; se colocarán avisos en motos aparcadas en estos espacios, se iniciará la denuncia y retirada de motos y habrá controles periódicos de la Guardia Urbana.
Sanz ha avanzado que está sobre la mesa del plan de motos del Pacto por la Movilidad la opción de crear un área verde de parking de pago para motos en calzada. Aunque, eso sí, ha asegurado que aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
Pero la política barcelonesa ha apuntado que la idea ya estaba en discusión, y ha dicho que deberán ser los agentes que participan en la mesa del plan de la moto los que deberán tomar una decisión.
SIN MIEDO
Preguntada por el miedo de algunos usuarios de metro y bus a contagiarse en las instalaciones de TMB, Alarcón ha recalcado que el gobierno municipal busca adaptar el bus y el metro de Barcelona a la nueva realidad sanitaria para que sea "lo más seguro posible". En este sentido, ha recordado que, desde hace unos días, en algunas estaciones de Metro se han puesto a la venta mascarillas de protección y gel desinfectante contra el Covid-19.
Se trata de una de las medidas dirigidas a consolidar el modelo de movilidad de la ciudad que propone el actual gobierno municipal. Según los miembros del mismo, buscan hacerla "más justa, más solidaria y más democrática".
Además, su objetivo es "poner el urbanismo al servicio de la vida", ha asegurado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz. “La idea es dar prioridad al peatón”, ha dicho, en una línea similar, Rosa Alarcón.