Pallarols: “Los restauradores damos un voto de confianza al decreto del Ayuntamiento”

Roger Pallarols, director general del Gremi de Restauració, tiende la mano al gobierno municipal. En declaraciones a Metrópoli Abierta, Pallarols destaca que el nuevo plan de terrazas aliviará los grandes problemas que afrontará la restauración barcelonesa hasta finales de 2020.

“Los restauradores damos un voto de confianza al decreto del Ayuntamiento”, ha manifestado el director del Gremi. “La actitud de Jaume Collboni y Janet Sanz ha sido ajustada a las necesidades del sector. No me puedo imaginar un desacuerdo mejor. Es un desacuerdo con muchos espacios de acuerdo”, ha recalcado Pallarols.

SEGURIDAD JURÍDICA

Los restauradores de Barcelona y el Ayuntamiento han cerrado un acuerdo que se ha gestado en las últimas semanas para paliar las enormes pérdidas del sector por la crisis del coronavirus. El miércoles, Pallarols apuntaba que el redactado final del decreto no satisfacía plenamente las necesidades del sector. Esta mañana, lo atribuía a las urgencias y prisas “por lograr un acuerdo satisfactorio”. “Era más importante crear un escenario de seguridad jurídica que el mejor redactado. Nos ha faltado tiempo, pero insisto: el acuerdo no se rompe con un redactado no consensuado”.

En conversación con este medio, Pallarols ha destacado que “fue muy fácil alcanzar un acuerdo en el ámbito fiscal con Collboni y Montserrat Ballarín”. “Nosotros queríamos la exoneración total de las tasas, pero logramos una entente muy rápida. Entendieron la excepcionalidad de la situación y se mostraron muy sensibles con nuestras demandas. Lo más importante fue que inyectaron apoyo directo a los restauradores desde las competencias del Ayuntamiento”, ha añadido.

UNA NUEVA DINÁMICA

El director del Gremi ha reconocido que el decreto urbanístico frenaba el acuerdo perfecto para los restauradores. No obstante, ha destacado que las dos partes “compartían el diagnóstico” sobre las necesidades de los restauradores. “Y el acuerdo no es un parche, porque contempla una duración mínima hasta el 31 de diciembre. Aunque el redactado final no es el mejor, la medida es valiente y cambia la dinámica de muchos años. En esta ocasión quiero destacar un espíritu negociador que echábamos en falta”.